La reactivación de las pymes dispara un 30% la contratación a través de las ETT

La reactivación económica y su incidencia sobre el mercado laboral es cada día un hecho más constatable. No solo por la cuarta caída consecutiva del paro en la provincia, sino sobre todo por el volumen de contratación que se genera. Para algunas voces, especialmente la de los sindicatos, es el verdadero reflejo de la precariedad que se expande como mancha de aceite sobre el empleo en la provincia.

Pero lo cierto es que la contratación a través de las empresas de trabajo temporal (ETT) se ha disparado en el último ejercicio y así sigue en los primeros pasos del año 2014. Como explica Rogelio Samper, el responsable en Alicante de la gran patronal de ETT y fundador de la empresa Help de licencia para operar en la provincia, «esto empieza a moverse después de los años duros de la crisis, aunque la verdad es que se hacen mucho más contratos pero con una duración mucho más corta».

El último dato anual del Ministerio de Trabajo indica que en la provincia se han celebrado por parte de las ETT un total de 43.255 colocaciones laborales, o que supone casi diez mil más que las 33.621 del año anterior, cifra que sufrió un fuerte descenso frente a las 36.382 del año 2011.

En realidad, la crisis empezó también para las ETT en el año 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers y el escándalo de las hipotecas basura en EE UU. Tras realizar en la provincia 58.275 contratos de trabajo temporales en el 2007, la cifra se desplomó hasta los 45.115 en el año 2008 y se redujo hasta 33.191 en el año 2010. Sufrió una ligera mejoría hasta 34.672 en el año 2010 y volvió a subir algo un año después, para bajar de nuevo en al año 2012.

En el último ejercicio, la operativa de las ETT que quedan en la provincia (Help! como única con licencia provincial más las cuatro grandes Adecco, Manpower, Ranstad y Eulen y las intermedias que son Ecofin y Nou Tempo) ha crecido tres veces más que la contratación normal que se realiza en las oficinas del Servef y que fue en el año 2013 completo del 9,4%. «Con todas las cautelas del mundo, nuestros clientes, que son los empresarios, están reaccionando y empezando a moverse de nuevo, sobre todo porque regresan las pymes y las micropymes que se apartaron de nuestro servicio de intermediación laboral durante la crisis», explica Rogelio Samper.

Otro debate es la calidad mayor o menor de un empleo que como se sabe es temporal y, por lo tanto, inestable y precario. Frente al empleo indefinido, la inmensa mayoría del trabajo que generan las ETT es, de promedio, para un empleo de solo diez días. «Las empresas se planifican sobre pedidos, tanto el sector industrial como el de servicios, para evitar a toda costa el coste del paro y eso es razonable», explica Samper.

Alicante muestra más viveza laboral que el resto de la Comunitat. Frente al aumento del 28% en 2013 de la contratación en ETT, en toda la autonomía ese dígito se queda en apenas un 5%.

El sector se lamenta, no obstante, de que la intermediación le sale mucho más cara que antes de la crisis. Es decir, basándose en la unidad de medición que usan y que es el número de horas trabajadas, los ingresos suben algo en las ETT, pero ni mucho menos tanto como la proporción de contratos.

Antes se realizaban entre un 15% y un 20% menos de contratos en ETT para obtener los mismos ingresos que ahora, reflexiona Rogelio Samper. Aunque el contrato estándar medio para las ETT podría ser de unos diez días, no extrañan muchos de menos días e incluso colocaciones por horas (más de cuatro que es el mínimo legal). Antes del año 2007, desde que se autorizaron estas empresas para interceder en el mercado laboral, los contratos eran más que por semanas, por meses, recuerda Samper.