Un héroe bajo los palos

El Orihuela más efectivo de la temporada consiguió ayer en Los Arcos medio pase para ascender a Segunda B. Lo hizo gracias a Emilio, el portero amarillo, que se erigió como el héroe del partido. Gracias al cancerbero el equipo viajará a Sevilla el próximo sábado con una gran renta, la misma que en las dos últimas ocasiones le ha valido para solventar los compromisos del 'playoff'.

El Real Betis B salió con una defensa muy adelantada e intentó jugar en campo contrario. Ninguno de los dos contendientes dominó la posesión de balón de manera clara en los primeros compases, aunque la final por el ascenso la agitó Javier Del Cueto tras un saque de esquina en el minuto 5. El Orihuela sabía de su potencial en el juego aéreo y en las jugadas de estrategia, por eso aprovechó el primer córner que tuvo. El balón llegó colgado al segundo palo, donde apareció el central que remachó a placer para adelantarse en el marcador.

La eliminatoria no se podía poner mejor para unos locales que tenían el partido donde querían. Los sevillanos debían apretar y así lo hicieron con un disparo de Varela, quién realizó un lanzamiento de falta desde la parte derecha de la frontal del área. Los verdiblancos volvieron a probar a Emilio desde lejos dos minutos después, pero el cancerbero se mostró muy seguro en sus intervenciones con dos grandes estiradas.

Los amarillos llevaron el peso del partido a raíz del 1-0, cuando más cómodos se sentían sobre el terreno de juego. El Betis B se encontró con un equipo hecho y con las ideas muy claras, tocar y tocar hasta encontrar el hueco más beneficioso. Fruto de esta tendencia Piñera cogió el balón en tres cuartos de campo y se desmarcó de dos marcadores con una media vuelta. El delantero se quedó frente al portero Javi Montoya pero decidió pasar a su compañero Antonio, que no pudo controlar el esférico. Como si se tratara de una flecha Nacho Poveda entró por el flanco izquierdo, controló el cuero, recortó y mandó el balón al segundo palo. En el minuto 16 el combinado de la Vega Baja encarrilaba la eliminatoria con un segundo tanto, un gol tan importante que todos los amarillos lo festejaron con una gran piña.

A los jugadores de Paco Onrubia solo les quedaba sacar el oficio para irse al encuentro de vuelta con una gran ventaja. La primera parte de la final comenzaba como las dos anteriores eliminatorias con dos goles a favor, pero todavía quedaba mucho partido por jugar. Tanto que hasta el momento el jugador más destacado era Emilio, que volvió a salvar a su equipo tras una gran bolea de Marc Mas. Los canteranos del Betis no cejaban en el empeño de intentar remontar el marcador y así fue como asumieron más posesión de balón una vez que se repusieron del segundo mazazo.

A la media hora del partido el Orihuela realizó la jugada que marcaba su concurso en el ascenso: evitaba sin contemplaciones un ataque del rival, sacaba el balón controlado en el medio del campo y llegaba con claridad al área. Los Arcos animó de forma efusiva esta acción en la que se podía ver que los oriolanos tocaban al primer toque dando muestras de que el grupo prevalecía sobre la calidad individual.

Antes de finalizar el primer acto tuvo su oportunidad Tonino, que con un toque sutil estrelló un centro fuerte de un compañero en el larguero. La jugada podía servir para haber dejado buena parte del ascenso en los primeros 45 minutos.

El cuadro bético salió en la segunda parte con mucha mordiente a la hora de robar el balón. Se notaba que necesitaban intentar recortar las distancias para no descentrarse de la eliminatoria. Los jóvenes verdiblancos tocaban en el centro del campo pero no llegaban a pasar el balón a sus delanteros en condiciones. El portero Emilio volvió a rechazar un balón que iba raso al primer palo en el minuto 55.

Durante esta fase del partido el equipo amarillo jugó con tres delanteros porque Kike Mateo saltó al campo para dejar la banda izquierda a Piñera. Este esquema de juego no se había visto hasta el momento, aunque el entrenador se dio cuenta de que el rival cogía el peso del partido y saco otra vez a Alcolea para que el encuentro no se fuera de las manos. Los verdiblancos volvieron a avisar con un disparo del delantero Álvaro que Emilio desvió al larguero. En esta primera parte de la final el portero fue la estrella al atajar un penalti que lanzó Isuard