DAVID SEVILLA
Sábado, 21 de junio 2014, 00:38
El crevillentino Alfredo Sánchez, que sufre una distrofia muscular que le mantiene desde hace cinco años postrado en una cama, acudió ayer a la Ciudad de la Justicia de Elche con sus padres y su abogado para interponer una demanda contra el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) por no permitirle acudir a una ópera el pasado 13 de abril. Según explicó el letrado, José Luis Romero, «los poderes públicos deben garantizar la igualdad de oportunidades de las personas y la Diputación, después del trato que le propinó a Alfredo, vulneró varias leyes que velan por la integración y la accesibilidad de personas discapacitadas».
Publicidad
Así, mediante la demanda, además de esperar que esta situación no vuelva a repetirse, piden una indemnización de 30.000 euros por los daños causados a Sánchez después de haber decidido que no podía acudir al recinto.
Asimismo, según aseguraron sus familiares, «nos enteramos en el último momento de que no podía acudir por mediación del director de la orquesta». Una notificación que no recibió de ningún responsable de la institución provincial y de la que se enteró gracias a la persona que le había invitado expresamente al acto: el director crevillentino Marcos Galvany, quien, según explicó el padre de Sánchez, «ha enfriado la relación con nosotros, por temor a algún tipo de represalia por parte de la Diputación».
Además, explicó el afectado, «me llevé un palo muy grande personalmente, ya que varios días antes me confirmaron que podría asistir y que no habría ningún problema». Pero la promesa no se llegó a cumplir.
El padre de Sánchez, que portaba una fotografía que se realizó Luisa Pastor con el afectado diez días después de lo sucedido, vertió duras críticas contra la presidenta de la Diputación, ya que aseguró que «estuvo aquí y no supo darnos una explicación de lo sucedido. Se dedicó a culpar al director de la ópera y en ningún momento supo dar respuestas a nuestras inquietudes».
Publicidad
No obstante, según explicó el abogado, «no tiene sentido que Alfredo no pudiese acudir al Auditorio, puesto que, aunque la camilla adaptada sobre la que reposa es de grandes dimensiones, le aseguraron que en los palcos laterales existía hueco para que él pudiese estar allí y escuchar el espectáculo».
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La palygorskita, los cimientos del vino rancio en Nava del Rey
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.