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Joaquín Andreu Esteban
Lunes, 23 de junio 2014, 01:19
Tristeza es la palabra que resume las caras de los jugadores del Orihuela ayer tras perder en el Benito Villamarín contra el filial del Betis en los últimos segundos del tiempo de descuento, encajando el cuarto gol que los apeó de ascender a Segunda B. Semblantes serios que todavía duraban en la comida que celebró el plantel amarillo a mediodía en el Hotel Tudemir, tras viajar toda la noche desde la capital andaluza, en la que tenían previsto pernoctar en caso de victoria.
El cuerpo no estaba para alegrías después del varapalo y la expedición cogió los bártulos y volvió de madrugada, con muchos futbolistas todavía dándole vueltas a qué había ocurrido. Jugadores como el delantero Antonio o Urzáiz entre otros, se vinieron abajo nada más terminar el partido en el estadio hispalense y la desolación en sus rostros, como al igual que la del resto de sus compañeros, técnicos o los gestores del equipo de la Vega Baja era la imagen.
La expedición amarilla, al igual que la afición, no dio crédito a lo ocurrido nada más pitar el árbitro y los más de trescientos seguidores desplazados abandonaron las gradas desolados. Desde padres a niños pequeños que se cruzaron media España para apoyar a sus colores, como lo han hecho en toda una fase de ascenso que ilusionó a la hinchada.
De mal sueño califica el presidente, Antonio Felices, la peripecia «y todavía no te lo crees», reconoció antes de acudir al almuerzo que iba a poner punto final a la temporada con alegría, y al que los jugadores y el plantel llegaron con caras serias. El responsable del club destacó que nadie se esperaba el varapalo y que «una mala segunda parte nos borró del mapa». El primer gol bético, destacó, dio alas a los sevillanos y a partir de ese momento «a ellos les salió todo y a nosotros nada. Ganaban hasta los balones altos a gente como Antonio, Del Cueto o Urzáiz, hombres altos y que no cogieron ni una». Asimismo Felices criticó al árbitro, el canario Suárez Ramos, porque el tercer gol andaluz «era un fuera de juego más que dudoso» y el cuarto llegó «con el tiempo de descuento sobrepasado».
Cabizbajo Felices reconoció que «se podía perder, pero así no, porque llegaban cada dos por tres pero tampoco con tanto peligro. Fue la presión de los minutos finales y que les pitaron todas las faltas, además de que la plantilla físicamente ya no podía más».
El presidente rememoró que «un final de temporada que no le deseo a nadie. Un gol de jugada de billar, con rebotes tras un rechace y nos deja fuera». Abatido y lloroso desde que acabó el partido sentenció Felices que el primer gol «fue como si nos hubieran metido cuatro de golpe y no creo que nunca recuerde algo igual».
También pensativo se pasó toda la comida el entrenador, Paco Onrubia. Para el manchego el primer gol, de falta inexistente a su juicio, «los metió en el partido» y a partir de ahí el técnico destacó que el tercero llegó «en un fuera de juego de metros, para luego meter el cuarto en un barullo tras un córner, desde donde solo nos han hecho dos goles en todo el campeonato». Otra de las notas fue la dimensión del campo y que la exigencia física para los jugadores fue enorme tras la acumulación de minutos, pero reconoció que los béticos tienen un equipo muy joven y bueno que llegaron «a un tiempo añadido de más», criticó. Asimismo reprochó que sus jugadores vieron una tarjeta tras otra «porque el arbitraje fue pésimo».
Más comedido se mostró el capitan, Jorge Joaquín Sanz, 'Fleky', que destacó igualmente la proliferación de faltas «y con ellas un gran equipo como el bético hace daño» y se mostró todavía perplejo por haber encajado cuatro goles en media hora «cuando venimos de una racha inmejorable y de forma inexplicable nos quedamos sin el ascenso», finalizó.
«Se podía perder, pero así no, porque llegaban al área pero sin tanto peligro. La presión final y media hora de mal juego nos apean».
«Llegaron a poder meter el cuarto gol con un tiempo añadido de más y a mis jugadores les pitaban todas las acciones. Un arbitraje pésimo».
«Un equipo tan bueno como el Betis B es capaz de ganarte en media hora con la cantidad de faltas que tuvieron a su favor».
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