José Vicente Pérez Pardo
Viernes, 4 de julio 2014, 01:23
Los operarios del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) trabajaron ayer contrarreloj para restablecer el servicio de Alta Velocidad entre Madrid y Alicante suspendido tras quedar detenido un AVE en la localidad albaceteña de Chinchilla el miércoles por la tarde. La plataforma ferroviaria se hundió debido a una fuerte tromba de agua y el vehículo quedó varado en mitad de la vía, lo que interrumpió el servicio. Sobre las 22.30 horas volvió la circulación por la otra vía y pudieron llegar al destino.
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Los viajeros de ese AVE llegaron con mucho retraso a la estación de Alicante, con miedo e incertidumbre explicaban algunos, puesto que el accidente ferroviario de Santiago, del que este mes se cumple un año, estaba en la mente de muchos. Los testimonios recabados aseguran que, de repente, el tren se paró y se cortó la electricidad sin saber qué había pasado.
Tardaron una hora en reanudar la marcha muy lentamente, ya que la gran cantidad de agua acumulada impedía que la máquina fuera a más. Fue un susto, nada más, y ahora un enfado con la operadora, que no devolverá el importe de los billetes «al ser causas de fuerza mayor», indicó un portavoz.
Con el amanecer, las cosas ya parecían distintas. Con una vía en servicio, por la mañana circularon con normalidad nueve trenes en la línea «con retraso de minutos», indicaban desde Renfe. Quienes viajaron pudieron ver las consecuencias de la tromba de agua que cayó en la llanura manchega.
Sin embargo, el servicio de AVE se interrumpió a las 14.35 horas para que los operarios de Renfe pudieran quitar el convoy hundido, lo que obligó a suspender la línea de Alta Velocidad y a llevar los vehículos por la vía convencional, perdiendo todas las ventajas de tiempo.
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Tanto los trenes de ida como los de vuelta a Madrid tenían que hacer trasbordo en Albacete. Los pasajeros con salida desde Alicante llegaban a la ciudad manchega en un Alvia y allí cambiaban al AVE; y viceversa para los viajeros del centro de la península.
Hasta trece servicios (diez AVE y tres Alvia) sufrieron las incomodidades provocadas por las inclemencias meteorológicas durante toda la tarde, unos cinco mil pasajeros. Sobre las 20 horas, una enorme grúa retiraba el convoy hundido, según explicaron a este diario fuentes de Renfe. Los trabajos para levantar de nuevo la plataforma ferroviaria continuarían toda la noche, según esta misma fuente, para que esta mañana vuelva a salir el AVE con la recién estrenada velocidad de 300 kilómetros por hora y que los servicios volvieran a durar dos horas entre la provincia y la capital de España.
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