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Catalá, con los ya exresponsables y los sustitutos.
Dimite el núcleo duro de Educación por diferencias con la consellera Catalá

Dimite el núcleo duro de Educación por diferencias con la consellera Catalá

Las diferencias de criterio en la política educativa precipita la marcha del secretario autonómico, la subsecretaria y uno de los directores territoriales

J. BATISTA/ J. C. FERRIOL

Jueves, 10 de julio 2014, 01:54

La consellera de Educación y portavoz del Gobierno valenciano, María José Catalá, pasó ayer probablemente una de las peores jornadas desde que llegó al cargo. A primera hora de la mañana fue informada de la dimisión de los tres principales cargos de su departamento en el área de Educación: el secretario autonómico y alma mater de la conselleria, Rafael Carbonell, la subsecretaria Virginia Jiménez y el director territorial de Valencia, Ismael Martínez. Una crisis política de primera magnitud en un área de tanta sensibilidad como la educativa.

La consellera respondió con urgencia a las dimisiones y por la tarde designó a los nuevos responsables para tratar de minimizar unas salidas que, junto a las que se han producido durante las últimas semanas, contribuyen a extender cierta imagen de desbandada en el segundo escalón de la administración autonómica.

A Carbonell lo sustituye Manuel Tomás, persona de la máxima confianza de Catalá y hasta ahora director general de Culturarts. Además, ocupó el cargo de subdirector de Calidad e Innovación Educativa, por lo que conoce la casa. También encaja en un perfil técnico el sustituto de Jiménez, que será Jesús Carbonell, hasta ahora responsable de un área tan sensible como Personal Docente. Y en cuanto a Martínez, todavía no se conoce su relevo al frente de la dirección territorial, cargo que continúa ocupando en funciones, según explicó ayer la consellera Catalá.

La también portavoz del Consell convocó a los medios para dar a conocer los cambios en el departamento a la espera de su aprobación en el pleno del Consell. Llamó la atención que en la rueda de prensa también estuvieron Rafael Carbonell y Virginia Martínez, que aprovecharon para explicar el motivo de su dimisión, que vincularon únicamente con una cuestión personal. El primero dijo que se trata de una decisión «meditada y pensada desde hace meses» que responde a su idea de que «el servicio político debe tener una duración limitada». Además, ha pesado la cuestión de la conciliación: «Pierdo un cargo pero gano una familia», dijo, parafraseando al exentrenador del Valencia, Quique Sánchez Flores, cuando fue destituido en 2007. Jiménez fue más explícita: «Estoy cansada, físicamente agotada y creo que es momento de dar el relevo a otra persona. No podía más y necesitaba más tiempo para la familia».

Las dimisiones han obligado a Català a hacer más cambios. Julia Climent, hasta ahora directora del Instituto Superior de Enseñanzas Artísticas, sustituirá a Tomás al frente de Culturarts, y el secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll, asumirá las funciones de la exsecretaria como directora en funciones del Ivam. Eso sí, seguirá en el tribunal encargado de seleccionar al nuevo responsable del museo valenciano. Vicent Llimerà ocupará el cargo que deja libre Climent.

Más allá de las cuestiones personales han pesado las diferencias ante la manera en que Catalá lleva el departamento. Carbonell forma parte del núcleo que se consolidó con Alejandro Font de Mora, con el que dio el salto a la política con el cargo de director general de Ordenación y Centros Docentes. Ayer lo citó en el capítulo de agradecimientos. En la misma época Jiménez se encargó de la dirección territorial de Valencia, la más compleja, antes de ser nombrada, en enero de 2012, subsecretaria. De esta forma, dejó el cargo libre para Martínez. Los tres son amigos desde hace años y forman parte del cuerpo de la inspección educativa. El breve paso de José Císcar por la sede de Campanar sólo sirvió para afianzar su peso en el departamento, algo que cambió con la llegada de Catalá, que ha querido imprimir

razones personales aducidas no parecen el verdadero fondo de las salidas-. Los tres son cargos de máxima trascendencia, con dilatada trayectoria en la conselleria de Educación. Carbonell y Martínez ya ocuparon cargos de responsabilidad durante la etapa como conseller de Alejandro Font de Mora, y José Císcar, que le sucedió en el cargo, los situó en las responsabilidades que ocupaban hasta la fecha. Ambos, como Ismael Martínez, pertenecen al cuerpo de inspectores de educación, una de las áreas clave de ese departamento. Hasta la llegada de Catalá, los inspectores habían gozado de un peso específico más que significativo en la gestión de este departamento. Así lo entendieron Font de Mora y Císcar.

Con la actual consellera, el criterio en materia educativa experimentó sensibles modificaciones, y la opinión de los inspectores comenzó a contar menos, casi de forma inversa a la creciente visibilidad y protagonismo de los cargos en la conselleria procedentes de Torrent, la localidad de la que Català fue alcaldesa. El nuevo secretario autonómico de Educación, verdadero número dos del departamento, será Manuel Tomás, hasta ahora responsable de Culturarts y, precisamente, uno de los fichajes procedentes de la localidad de l'Horta. El peso específico de Torrent en el organigrama de la conselleria con más presupuesto del Gobierno valenciano ha despertado ya no pocos recelos entre los miembros del Consell.

La marcha de Carbonell, Jiménez y Martínez contribuye a revelar cierto giro en la línea de la política educativa del Consell.

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