PPLL
Lunes, 21 de julio 2014, 00:33
Mientras en Alicante hay una fuga real de más de seis mil trabajadores asalariados por cuenta ajena en solo el último trimestre del pasado año, en el caso de Valencia y Castellón ocurre lo contrario. Sus sectores productivos son receptores de mano de obra de otros territorios, fundamentalmente de Cataluña, Aragón y Castilla-La Mancha. En el caso de Valencia, llegaron 4.689 trabajadores más de los que salieron. En el de Castellón, la cifra es de 2.763. En ambos casos, el sector de los servicios (con hoteles y restaurantes a la cabeza) concentran más del 80% de los puestos laborales que ocupan los forasteros. Lo mismo que ocurre en el caso de Alicante pero en camino inverso, es decir, trabajadores que marchan a otras provincias. También a Valencia y Castellón. El CES reflexiona que, en España, en los últimos años, existe un rasgo característico de la contratación como son los flujos consolidados de trabajadores entre las distintas zonas geográficas. «Esto ha implicado que la movilidad geográfica se considere como una característica estructural de nuestra realidad laboral, ya que, aunque recientemente la tendencia ha ido cambiando en España, existe un nivel considerable de concentración sobre el número de provincias destino laboral».
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