«Una escena dantesca»

«Dantesco». Así calificaba uno de los testigos en el lugar accidente el escenario que se podía ver desde el paso elevado que conecta Callosa y Granja de Rocamora por encima de la autovía, justo en el lugar de la brutal colisión. «Había un cuerpo en la cunetay otro, ya carbonizado, estaba junto a los vehículos». Además, según este mismo testimonio, «se veían otros dos cuerpos pegados a una de las puertas de la furgoneta».

Varios conductores que circulaban por el paso elevado se detuvieron al ver la impresionante columna de humo provocada por el incendio de los dos vehículos. La furgoneta quedó absolutamente calcinada y el camión, que transportaba tubos de plástico, también se vio afectado por el fuego, especialmente la cabina, que también ardió por completo. La mitad del remolque también fue pasto de la llama.

El accidente provocó retenciones en la A-7, en dirección a Alicante, ya que la densa columna de humo negro entorpecía la visibilidad a los conductores, hasta que la llegada de la Guardia Civil de Tráfico permitió regular la circulación al habilitar uno de los dos carriles. Los numerosos efectivos de los bomberos desplazados al lugar del accidente trabajaron inicialmente en la extinción del incendio, ya que las llamas y el humo impedían acercarse a los dos vehículos, especialmente a la furgoneta, que quedó debajo del camión totalmente aplastada.

Una vez controlado el fuego, los bomberos procedieron a inspeccionar el amasijo de hierros. Después de la primera inspección ocular, los equipos de rescate decidieron levantar los restos de la furgoneta con una grúa pesada para poder inspeccionar su interior.

Las labores de extracción de los cadáveres se prolongaron durante más de dos horas, motivo que provocó que el balance de fallecidos fluctuase durante toda la tarde. Inicialmente se habló de tres fallecidos, más tarde de cinco y finalmente se confirmó que eran ocho las personas que viajaban en la furgoneta arrollada y aplastada por el camión.

Las labores de identificación continuaban al cierre de esta edición. No resultarán fáciles debido al estado de los cuerpos y del vehículo, aunque finalmente anoche se pudo confirmar que los ocho fallecidos eran de nacionalidad rumana y formaban parte de dos familias. También se pudo determinar que los fallecidos residían en la localidad almeriense de Vera y probablemente se dirigían a Rumanía.