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El coro ucraniano Jevshan Galician, ganador de la edición del año pasado,antes de su actuación anoche en las Eras de la Sal.
La competición acaba con brillo

La competición acaba con brillo

El Coro de Voces Graves de Madrid se sitúa como uno de los grandes aspirantes

Francisco Reyes Prieto

Viernes, 25 de julio 2014, 00:29

Anoche puso su punto y final la sección de competición de la sexagésima edición del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía. Lo hizo de forma brillante a través de los tres coros que tomaron parte sobre el tornavoz de las Eras de la Sal, los cuales dieron más que sobradas muestras de estar incluidos en el palmarés de honor de esta singular edición, incluso entre los primeros galardones.

Todo se conocerá esta noche en el transcurso de la gala coral internacional que, ya fuera de la estructura de concurso, ofrecerá una exhibición de las mejores habaneras y piezas polifónicas escuchadas durante toda la semana.

La velada fue abierta por la agrupación que el pasado año logró el primer premio de habaneras, la Jevshan Galician de Lviv (Ucrania), que volvió a deleitar en ambas modalidades y gracias a su magnífica actuación volvió a presentar su candidatura a los máximos trofeos. Para ello ofrecieron una de las habaneras más emblemáticas de la historia del certamen, Era una flor de Jesús Romo y también otra querida obligada, Marinero de Miguel Asins Arbó. Después llegó el turno del Coro de Cámara Consono de Colonia, que escogió dos complejas polifonías con las que destacó especialmente.

Esta agrupación alemana también ofreció unas interpretaciones más que regulares y demostraron su esfuerzo en la preparación para presentarse ante el entendido público de este Certamen. Precisamente anoche los abonados del mismo ejercieron su derecho al voto para la elección de la agrupación que se llevará el premio del público. La noche y el Certamen echó el cierre en todo lo alto con la actuación de una querida formación, el Coro de Voces Graves de Madrid, bajo la dirección de Juan Pablo de Juan, que se reveló como un claro aspirante a ganar en la modalidad de habaneras, en la que desde el año 2007 no vence un coro español.

El coro madrileño, exquisitamente preparado, destacó con la obligada Amor, esto es amor, pero también lo hizo con las habaneras libres Dicen que se muere el mar, de Joaquín Madurga y la universal Torrevieja de Ricardo Lafuente. En polifonía tampoco se quedaron atrás con la interpretación del Ave María de Franz Biebl y una versión de la canción popular mexicana La Cucaracha.

Por la mañana tuvo lugar la clausura en la Sala Vista Alegre de las séptimas Jornadas de la Habanera, que contaron ayer con la participación del presidente de la Fundación Ernest Morató, Antoni Mas, quien ha puesto en valor el Certamen de Torrevieja que acogerá paralelamente en 2015 el II Congreso Internacional de la Habanera.

El vicepresidente del Patronato del Certamen, Luis María Pizana, fue el encargado de clausurar estas charlas y asistió a la mesa redonda que se desarrolló, en la que salieron considerables aportaciones de los intervinientes, como el ofrecimiento de desarrollar talleres paralelos al Certamen con la música autóctona de sus lugares de origen, propuesta que fue tomada en consideración por parte de Pizana, que dijo que se estudiará su desarrollo en el Certamen.

Los directores que tomaron la palabra elogiaron la organización y también todas las facilidades en gestión administrativa y burocrática que se ofrecen desde el Patronato para poder venir hasta Torrevieja. Pizana también adelantó ante las cuestiones relacionadas con nuevas creaciones de habaneras que desde la Comisión Técnica ya se está trabajando para seleccionar la obligada del 2015 entre dos nuevas composiciones. En el acto también se presentó la edición de la habanera obligada de este año, Amor, esto es amor, que fue entregada a los directores de los coros que acudieron a estas jornadas.

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