Malestar en el campo y el Consell por la respuesta de la UE al veto ruso

La Comisión Europea movió ficha y reaccionó ayer lunes a los problemas que atraviesa el sector agroalimentario por el veto ruso al aprobar las primeras medidas «excepcionales». La institución anunció una ayuda de 125 millones de euros para compensar a los productores comunitarios de frutas y hortalizas por retirar los excedentes y evitar una caída de precios generalizada, una cantidad que la Conselleria de Agricultura considera totalmente «insuficiente», ya que solo esta autonomía supera esta cifra en exportaciones al gigante ruso.

Bruselas estima que los alimentos perecederos son los más vulnerables a la prohibición rusa por la imposibilidad de colocarlos a tiempo en mercados alternativos. De momento, el resto de productos afectados (pescado, carne y lácteos) quedan al margen. Sin embargo, las organizaciones agrícolas consideraron la iniciativa como «insuficiente» teniendo en cuenta que la propia Comisión valoró en 5.252 millones el impacto total del veto ruso y de «poco clara».

En realidad, según informó la Comisión, esos 125 millones se destinarán para compensar la retirada o no recolección de tomates, zanahorias, repollo blanco, pimientos, coliflor, pepinos y pepinillos, setas, así como manzanas, peras, frutas rojas como las fresas, frambuesa y frutas del bosque, uvas de mesa y kiwis. Es decir, los productos que se retiren o las compensaciones por no poder recolectar o por la recogida de la cosecha antes de madurar ya estarán cubiertos por las medidas de emergencia.

Quedan fuera de la lista aprobada por las autoridades comunitarias los cítricos y el caqui, lo que ha suscitado las críticas de la Conselleria de Agricultura, ya que son los productos que más afectan a los productores autonómicos. El motivo esgrimido por las autoridades comunitarias es que no están en temporada como el resto, un argumento que no le vale a la Generalitat Valenciana. Desde el departamento que dirige el alicantino José Císcar valoran que se trata de dos productos que entrarán en campaña próximamente y que resultan de «gran importancia» para la economía de la Comunitat Valenciana.

Ya no hay tiempo para variar el dictamen de la Comisión Europeas, puesto que las medidas extraordinarias tendrán efecto desde este lunes, según informó el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos: «Actuar de forma temprana ayudará al mercado a ajustarse y ser eficaz desde el punto de vista del coste», explicó.

Las ayudas llegarán a todos los productores afectados por el veto, ya sean asociaciones o particulares, aunque serán las organizaciones de productores las que adelanten las ayudas y luego las reclamarán a los Estados miembro y estos después al Ejecutivo comunitario.

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, aseguró que la medida adoptada por Bruselas tiene como objetivo «equilibrar la oferta y la demanda» y también destacó que habrá una partida específica de 40 millones para el melocotón y la nectarina con carácter retroactivo desde el 11 de agosto. Por contra, Tejerina evitó pronunciarse sobre si la ayuda es insuficiente, como dicen las organizaciones agrícolas: «Hay que hacer un seguimiento para evaluar los mercados. Es pronto para pronunciarse sobre si será necesario aumentar las ayudas», explicó la ministra.

El próximo jueves, el secretario autonómico de Agricultura mantendrá una reunión en el Ministerio de Agricultura para manifestar la postura de los productores de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, las cooperativas de agricultores ya le expresaron ayer a la ministra sus dudas sobre el anuncio de la Comisión en la reunión que mantuvieron. El secretario general de COAG, Miguel Blanco, criticó que Bruselas anunciase una ayuda sin haber aprobado los reglamentos que otorgue a los agricultores la «seguridad jurídica» para actuar y retirar los productos. Recordó que desconocen el procedimiento a seguir, es decir, qué volumen va a ser retirado, destinado a ayuda humanitaria o no recogido en el campo, a qué precio se va a pagar la retirada, etc.

Por su parte, el presidente de Asaja, Pedro Barato, reconoció que la medida de la comisión es un paso adelante, pero insistió en que todavía faltan por conocer detalles de esta medida. Más crítico se mostró UPA, que calificó la medida de la Comisión de «insuficiente» y denunció que algunas cadenas de distribución trata de «hacer el agosto» rebajando los precios. De hecho, las organizaciones agrícolas pidieron a la ministra que la Agencia de Información y Control Alimentarios realice un seguimiento de la evolución de los precios para evitar estos abusos.

Los distribuidores apostaron por compensar el veto ruso a la importación de frutas y hortalizas españolas mediante el aumento del consumo nacional de esos productos. Así lo explicó el director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García, tras reunirse este lunes con la ministra de Agricultura.

«La forma más rápida de reaccionar al veto es que aumente el consumo interno», aseguró García. En su opinión, el peso de las exportaciones a Rusia «no es importante» y puede paliarse «sin duda alguna» con el compromiso de los ciudadanos para comprar frutas y verduras producidas en España. El representante de Asedas anunció que pondrán en marcha campañas de promoción de estos productos.