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El protocolo de actuación ante el ébola enfrenta a la conselleria y a los médicos

La Organización Mundial de la Salud insta a los países afectados por el virus a realizar exámenes exhaustivos en sus fronteras

J. M. ORTUÑO/AGENCIAS

Martes, 19 de agosto 2014, 02:10

Los casos sospechosos de ébola han abierto un enfrentamiento entre los médicos y a la Conselleria de Sanidad. El episodio más reciente se produjo el pasado sábado. Un nigeriano llegaba al Hospital General de Alicante con fiebre y vómitos, por lo que fue de inmediato dirigido hasta el de Sant Joan, habilitado por parte de la Conselleria para combatir casos de este tipo.

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El primer indicio de contagio se produjo a finales del mes de junio. Un guineano llegaba al Hospital la Fe de Valencia con síntomas de sufrir el virus. Pronto los sindicatos protestaron porque los profesionales se habían quejado de que no contaban con los medios y la preparación adecuada para luchar contra esta enfermedad «de muy fácil contagio». De inmediato, el Consell respondía que seguían «los requisitos exigidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)» en todo el planeta. Ayer surgían de nuevo las críticas y regresaba la pugna dialéctica.

Desde Comisiones Obreras denunciaban otra vez «la poca previsión» de la dirección del centro y de las autoridades sanitarias autonómicas y centrales en la gestión de enfermedades infecciosas que produjo una «situación de improvisación» al atender al paciente. El sindicato recalcó que pese a que las pruebas salieron negativas, el centro conocía desde el pasado mes de abril que iba a ser un hospital de referencia en la Comunitat a la hora de afrontar casos de ébola y que, cuando esto sucede, las instalaciones y el personal «tienen que estar activados», algo que no había sucedido. Ante todo ello, consideran que se ha producido «una falta de información» evidente y que la «formación -de los trabajadores- fue deficiente y precipitada».

Ante todas estas acusaciones, el Ejecutivo valenciano se vio obligado a responder. Incluso, el propio conseller de Sanidad salió a desmentir a CC OO y a destacar que el protocolo que se siguió ante el posible caso «era el pautado» con el ministerio, así como que se actuó «con celeridad, conocimiento y experiencia demostrada». Manuel Llombart añadió que lo único que se busca con las críticas «es sacar rédito político».

No sólo desde la central sindical se reprochó la situación de improvisación. También la oposición, en este caso UPyD en Alicante, solicitó «una explicación» por parte del Consell «ante la alarma social generada».

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Sesiones informativas

Antes de que Llombart realizara estas declaraciones, desde la conselleria también se había respondido a la denuncia realizada por CC.OO. Así, reconocía que, efectivamente, desde el «mes de abril el Hospital de Sant Joan viene trabajando en un Protocolo de Actuación frente a casos sospechosos de enfermedad por virus de ébola». También resaltó que se «construyó en ese momento un Comité de Seguimiento y Vigilancia para este tema», además de llevar a cabo «sesiones formativas dirigidas a los profesionales implicados en la atención» a pacientes que pudieran haberse contagiado.

Cuando la OMS declaró la situación de emergencia internacional, «se intensificó el trabajo de dicho comité», añadieron, y se «ha revisado y actualizado el protocolo, que está disponible para todos los trabajadores». Es decir, que no solo se ha dirigido a los sanitarios, sino también «a todos los servicios implicados y a otros estamentos del hospital». En cuanto a los sindicatos señalaron que se ha «mantenido una reunión con ellos para solucionar cualquier duda al respecto» y anunciaron que habrá una nueva asamblea del comité en la que estarán presentes.

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En cuanto a la situación del virus a nivel mundial, la OMS pidió ayer a todos los países africanos afectados por el brote de ébola que instalen controles fronterizos para toda persona que pretenda salir del país y que evite el viaje de quienes muestres síntomas de contagio. Por su parte, autoridades sanitarias madrileñas apuntaron ayer que Juliana Bohe, repatriada junto con el padre Miguel Pajares, permanecerá 21 días en cuarentena por seguridad.

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