Rechazo frontal de la oposición a la reforma electoral que impulsa el PP

La propuesta de reformar la Ley Electoral que impulsa el Ejecutivo de Mariano Rajoy para que gobierne la lista más votada en las elecciones municipales de 2015 va en serio, pero va a tener enfrente a toda la oposición. El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, arremetió ayer contra la propuesta del Gobierno central, que está dispuesto a sacar adelante incluso sin el apoyo del PSOE. «El PP está a punto de hacer trampa», ya que «quiere cambiar las reglas del juego al final de la partida», proclamó.

El también secretario federal de Regeneración Democrática del PSOE remarcó que Rajoy ha decidido emprender esta reforma electoral «a tan solo nueve meses de las elecciones municipales, sin diálogo ni acuerdo». Durante su visita a la Fira d'Agost de Xàtiva, Puig ha anunciado que su formación va a dar una «respuesta contundente» a esta reforma que, según ha dicho, pretende «fracturar la convivencia entre españoles».

El dirigente socialista avanzó que tiene previsto convocar al conjunto de las fuerzas políticas y sociales para que esta reforma «no sea posible», dado que, entre otros, otorga a alcaldes «poca legitimidad».

Puig cuestionó esta reforma «a estas alturas» del curso político en que el presidente del PP, Mariano Rajoy, después del resultado de las elecciones europeas, «es consciente de que no tiene la mayoría social, aunque todavía mantenga la mayoría en el Parlamento». «El PP, a la desesperada en estos momentos, quiere cambiar las reglas de juego para intentar salvar unos ayuntamientos, pero esa no es la solución», añadió.

Por su parte, el portavoz de Compromís en las Corts Valencianes, Enric Morera, consideró que la reforma electoral que quiere llevar a cabo el PP en la que se apuesta por la elección directa de los alcaldes es un «secuestro de la democracia y sólo esconde las ansias del PP para continuar en el poder sea como sea».

Morera, en un comunicado, insistió en que esta medida supondría «un robo de los derechos democráticos más fundamentales y es secuestrar la voluntad mayoritaria de los ciudadanos para perpetuar al PP en el poder».

«Desde Compromís les hemos dicho que 'no' y diremos que 'no' en todos los lugares donde estamos presentes y, además, vamos a exigir al PP que respete la voluntad democrática del pueblo expresada a las urnas», declaró Morera.

Fuentes de la coalición nacionalista admitieron ayer que la posible aprobación de esta reforma electoral podría condicionar la política de alianzas preelectorales de la formación de cara a las próximas elecciones municipales de 2015. Compromís entiende que si el Gobierno saca adelante esta reforma electoral se vería obligada a buscar acuerdos con otras formaciones políticas progresistas para tratar de compensar la ventaja que, para el PP, podría suponer una modificación legal de este tipo.

Podemos valoró que el objetivo del PP es frenar su ascenso. Juan Carlos Monedero, uno de los impulsores del partido, consideró ayer desde Benicassim que los populares están legislando contra Podemos porque quiere poner fin «a esa cueva de quinquis en la que se ha convertido la política española».

A priori, la propuesta de reforma legal con la que trabaja el Gobierno no solo garantizaría el control mayoritario que el PP valenciano tiene sobre los principales ayuntamientos de la Comunitat, sino que lo reforzaría. Con los resultados de las últimas elecciones europeas, el PP tendría dificultades para revalidar su mayoría en la mayor parte de las 15 poblaciones más importantes de la Comunitat. Con la reforma electoral que propone que gobierne la lista más votada, los populares mantendrían el gobierno local en la práctica totalidad de todas estas ciudades de más de 5 0.000 habitantes.