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E. B./M. T. B.
Jueves, 11 de septiembre 2014, 01:52
La Dirección Territorial de Economía, Industria, Turismo y Empleo desestimó ayer la petición de la Junta de Personal Docente No Universitario de Alicante de paralizar la actividad laboral en todos los centros de la provincia por «riesgo grave e inminente» debido al calor y la humedad de las aulas. Una negativa que será recurrida y que ha llevado a Ampas y a profesores a tomar otras medidas como aconsejar a las familias que hoy y mañana no lleven a sus hijos a clase ante la previsión de un aumento de las temperaturas.
El IES Virgen del Remedio de Alicante cumplió ayer su primer día de suspensión de clases y, en principio, no se retomarán hasta el lunes. Esta decisión -a la que por el momento no han sumado otros institutos- ha llevado a la Conselleria de Educación a actuar pese a que su titular, María José Catalá, había manifestado que dejaba en manos de los equipos directivos esta posibilidad si quedara acreditado que la actividad no se podía impartir en condiciones de normalidad.
Fuentes de la Conselleria señalaron que la inspección educativa acudió en la mañana al instituto para conocer «la motivación de esa decisión» y determinar «si es proporcionada y adecuada». Explicaron que la inspección lo valorará en un informe que deberá emitir.
El centro informó el martes a la dirección territorial de Educación de la suspensión, pero la inspección instó a la directora que diera marcha atrás y presentó un requerimiento por escrito.
La asamblea de profesores del IES Doctor Balmis de Alicante quiso enviar un escrito de apoyo al equipo directivo. Y es que en el Balmis, las clases de Bachillerato están vacías y las del primer y segundo ciclo de Secundaria a medio gas desde que el martes los alumnos se plantasen con una protesta y decidiesen que en esas condiciones de calor no iban a estar. La misma protesta hicieron ayer los alumnos del IES Enric Valor de Pego, pero ante la negativa de un grupo de estudiantes de volver al aula tras la concentración y la intención de algunos de abandonar el centro, la directora tuvo que llamar a la Guardia Civil para que mediara, consiguiendo que volvieran.
Mientras, en comarcas de L'Alacantí y la Marina Baja asociaciones de padres y centros empezaron a movilizarse enviando circulares a los alumnos para informar a las familias de que la situación puede complicarse aún más porque hoy se prevé un ascenso de las temperaturas. Según Alfonso Terol, de CC OO, en algunos centros informaban que a determinadas horas ya tendrían que buscarse espacios como el patio y no sería posible impartir la materia para que las familias decidiesen. Asociaciones también aconsejaban que no se llevase a sus hijos a clase justificando la falta. «Ante el pronóstico del tiempo que se espera, donde se superarán los 30 grados de temperatura, hacemos un llamamiento a que no enviéis a vuestros hijos al institutos. En estos días ha habido estudiantes que han sufrido golpes de calor, lipotimias y mares (...)», señala el escrito de la Ampa del IES L'Arabí en L'Alfàs del Pi.
Por su parte, en Elche, institutos remitieron aun escrito a la dirección territorial de Educación sobre su decisión de acortar las clases hoy y mañana dos horas. Los quince centros en bloque señalan en el documento que la jornada finalizará a la una, con el fin de evitar que la franja horaria de mayor calor pille a los alumnos en las aulas. Se trata, tal y como indican, de una medida excepcional, al considerar que si el termómetro sube como está previsto, la actividad lectiva es inviable al no contar con sistemas de refrigeración. Asimismo, en la misiva anuncian que en el resto de la jornada reubicarán a aquellos grupos cuyas aulas no reúnan «las condiciones climatológicas mínimas» bien en otras salas o en espacios abiertos como el patio. La decisión, que se adoptó tras una reunión de los directores de estos centros, está basada, según explican, en el real decreto que regula la temperatura en los lugares de trabajo. En el escrito especifican que la ley se refiere a temperaturas comprendidas entre los 17 y 27 grados centígrados para «los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficina o similares» y de los efectos nocivos sobre la salud del calor excesivo «como son agotamiento, deshidratación y golpe de calor».
Esta reducción de las horas de clase se ha comunicado por parte de los centros tanto a la Inspección de Trabajo como a la comunidad educativa. Precisamente ayer los alumnos del instituto La Hoya organizaron una sentada en el vestíbulo del centro al no querer entrar a clase por las altas temperaturas que están soportando estos días.
El equipo directivo distribuyó una circular entre los padres advirtiendo del calor y la humedad y dejando en sus manos la decisión de que sus hijos asistan a clase, tal y como relataron desde la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública de Elche, que denunció presiones a los responsables educativos por parte de los inspectores al conocer el acto de protesta y la existencia de la circular. Unas presiones que, según los integrantes de la agrupación, también está sufriendo el colegio Clara Campoamor, donde se han sucedido en los últimos días movilizaciones y abandono de las aulas.
Listado para verificar
Por su parte, la junta de personal docente tiene previsto presentar hoy un recurso a la resolución de Trabajo y también un listado de los centros donde es urgente tomar medidas por las altas temperaturas, según explicó el secretario general de Enseñanza de CC OO en L'Alacantí-Les Marines, Paco García. Y es que en esta resolución, la dirección territorial de Economía, Industria, Turismo y Empleo pese a tumbar la suspensión de las clases también acuerda la solicitud de un informe a la Inspección de Trabajo y a la Seguridad Social, así como que el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo realice las comprobaciones y emita los análisis oportunos. Además, recomienda al personal de los centros docentes a seguir las medidas preventivas establecidas en el protocolo para el trabajo en épocas de altas temperaturas como llevar ropa ligera.
Según la resolución, «no cabe realizar genéricas actuaciones de paralización de actividades en base a incumplimientos normativos genéricamente expresados». «Y ello porque el riesgo debe ser constatado en cada centro y en cada caso y el daño que podría producirse habría de ser grave para la salud» de cada trabajador «y no una mera molestia, incomodidad o daño leve».
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