Cristina Moreno prepara su adiós a Les Corts y vuelve a su plaza de funcionaria

Los auténticos viejos rockeros ni mueren ni son expulsados del escenario. Se marchan ellos. Cristina Moreno, una histórica en la bancada del PSPV, diputada durante cuatro legislaturas, cursó ayer un escrito dirigido a la Mesa de Les Corts en el que comunica que tiene previsto compatibilizar su actividad de parlamentaria con la de funcionaria en la Generalitat, donde tiene plaza desde 1985 en la Conselleria de Economía.

Moreno renuncia, de esta manera, a la exclusividad en Les Corts, que en este caso supone el paso previo a su más que probable adiós a la Cámara. Sería una sorpresa enorme que entrase en una posición favorable para ser elegida en las próximas elecciones autonómicas. Primero debería entrar en listas, algo ya de por sí difícil teniendo en cuenta que participó de manera muy activa en las primarias que ganó Puig y en las que ella apostó por Toni Gaspar.

La diputada fue durante dos legislaturas portavoz adjunta, una experiencia que aún hace valer de manera brillante en las rarísimas ocasiones que el grupo socialista hace uso de su habilidad parlamentaria. Igualmente, ha sido portavoz de Economía más de 12 años y secretaria económica de la agrupación comarcal del PSOE en Valencia entre 2000 y 2004.

Precisamente, su nombre resonó como potencial rival de Joan Calabuig para optar a la alcaldía de la capital del Turia hace algo más de un año, algo que finalmente ha descartado. Sin embargo, durante meses participó en numerosos actos en la capital con el fin de potenciar su perfil como candidata a la alcaldía. El actual portavoz municipal del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia también representa la principal opción que defiende Ximo Puig.

Hace dos años, con la victoria del actual secretario general del PSPV en su disputa por el liderazgo del partido con Jorge Alarte, este último renunció a la portavocía de Les Corts, lo que propició que Moreno se incluyese en todas las quinielas para suceder a Alarte como síndic socialista en la Cámara. Quizá su identificación con el anterior secretario general influyó para que no fuese ella sino Antonio Torres el que finalmente fuese elegido por Puig como síndic.

A pesar de ser compañeros de batallas (internas y contra el PP) durante más de treinta años, los desencuentros entre Cristina Moreno y Ximo Puig (o por los candidatos a los que cada uno ha brindado su apoyo) han sido reiterados desde hace más de dos años, lo que impregna de lógica la decisión que ahora toma la diputada de renunciar a su exclusividad en la Cámara valenciana para retomar paulatinamente su actividad como funcionaria de la Generalitat.