Rebeliones primarias en el PSPV

En el PSPV se está dejando oír en las últimas 48 horas ese histórico eco autodestructivo instalado como un soplo en el corazón del partido. Parece que no tiene cura. A veces suspira débilmente y otras resuena como la sección de batucada que ha decidido organizar Ximo Puig para amenizar los eventos de la formación socialista. El secretario general deberá reconducir a parte del rebaño, que se le ha descarriado a causa de las primarias abiertas. El nuevo líder, Pedro Sánchez, ha aparcado este método de elección. Prefiere que la voz que se deje oír sea la de la militancia. Sin embargo, en la Comunitat no se asume esa medida. Varios líderes locales insistieron ayer en la bonanza de las primarias abiertas de modo que desoyen al líder nuevo, Sánchez, y por extensión, al líder valenciano, Puig.

En la sede de Blanquerias se han disparado varias alarmas. Desde notables agrupaciones se deslizan mensajes abiertamente opuestos a las directrices del PSOE. En Ferraz se dio una clara instrucción: las primarias, para los militantes. Sin embargo, los socialistas valencianos no se dan por aludidos, y además no lo hacen en plazas determinantes.

En la cuna política del número dos y número tres del partido, el núcleo duro del círculo de confianza de Puig se detectó el martes el primer conato de rebelión. En Gandia. Ni más ni menos. De allí son y allí hicieron carrera en la política Alfred Boix, diputado en Les Corts y secretario de Organización del PSPV, y José Manuel Orengo, el último alcalde socialista de Gandia. «La dirección socialista de Ferraz se equivoca. El partido debe realizar gestos de apertura, no se puede quedar sólo con la consulta a los militantes», anunció la secretaria general del PSPV en la capital de la Safor, Diana Morant, que expuso de manera nítida y cristalina su contumaz postura: «Aquí, en Gandia, las primarias serán abiertas. Por encima del reglamento federal está la voluntad de la agrupación local».

Ayer, les tocó el turno a la capital de la Comunitat, Valencia, y a Castellón, la provincia teóricamente más próxima a la influencia que debería de ejercer Ximo Puig, histórico exalcalde de Morella. Poco después se sumó Asencio desde Elche.

El goteo de voces díscolas repartidas por todo el PSPV ha disgustado a algunos responsables del partido, que apelan a la disciplina y al cierre de filas en torno a un Ximo Puig que recientemente se encaramó a la Secretaría de Reformas Democráticas dentro de la nueva Ejecutiva Federal configurada por Pedro Sánchez. «Las primarias son un invento del que presumimos pero que a veces nos hace sufrir», admite una miembro de la dirección del PSPV, entre los que se extiende el estupor ante un nuevo acto de sublevación Made in PSPV.

Francesc Colomer, portavoz en la Diputación y secretario general provincial del PSPV, anunció que ha comunicado a Ferraz la voluntad de los socialistas castellonenses de celebrar en las agrupaciones de más de 20.000 habitantes que lo deseen las polémicas primarias abiertas. Colomer señaló que, de esta manera, «no se interfiere en el que entendemos como este imparable proceso de regeneración e impulso democrático que estamos llevando a cabo los socialistas».

Antes de que se diesen a conocer las intenciones de Colomer, en un despacho del PSPV se clamaba ante la posibilidad de que pasase lo que finalmente ha pasado («si lo pide Gandia, ¿por qué no lo va a pedir Torrent o cualquier otro?, como si esto no fuese un partido con normas que nos hemos dado nosotros mismos». Gandia, Torrent, Castellón... o Valencia, o Elche.

El portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, reiteró ayer en declaraciones a la Cadena Ser que sigue trabajando para que las primarias en la capital sean «abiertas a la ciudadanía». Calabuig recordó que la valenciana ha sido la federación «pionera y, hasta el momento, la única» que celebró primarias abiertas para elegir el candidato a la Generalitat, en referencia a la victoria de Puig sobre Toni Gaspar en un proceso que «tuvo gran éxito de participación» y admitió que aunque el PSOE «tiene unas reglas de juego, estamos unidos para pedir poder celebrar las primarias abiertas». En Elche, por su parte, la concejal María Dolores Asencio ha sido la segunda -tras el exdiputado nacional Carlos González- en presentar su candidatura oficial a un proceso de elección de candidatos sobre el que ha expresado su intención de que sea abierto, que «llegue» a todos los ciudadanos, barrios y pedanías de Elche, donde Ferraz queda muy lejos.