L. CANDELA
Martes, 23 de septiembre 2014, 02:34
Llevan tres meses sin poder hacer frente a las facturas como consecuencia de los impagos de la empresa de la limpieza en la que trabajan, que tiene las concesiones de sedes judiciales de la provincia, así como del acuartelamiento del Mando de Operaciones Especiales (MOE) de Rabasa, en Alicante, y de varios Institutos de enseñanza secundaria de la capital y de las aulas de formación del Servef. Por ello, las trabajadoras de Limpiezas Raspeig soportan desde hace semanas circunstancias realmente dramáticas, ya que, en muchas ocasiones, las familias dependen de sus nóminas para salir adelante.
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Especialmente cruda es la situación de una de ellas. Recientemente separada y al cargo de dos hijos y tres nietos, no puede comprar ni leche. De hecho, la limpiadora, de 55 años, se encuentra en riesgo de perder su casa, ya que adeuda los tres meses de alquiler, según ha podido saber este diario. Las cuentas no salen desde que no percibe su salario y las facturas se las tienen que pagar desde los servicios sociales, pese a que no ha abandonado su puesto en ningún momento. Sin embargo, la mujer cuenta con el respaldo de sus compañeras, quienes tratarán por todos los medios de que ni ella ni el resto de su familia se queden en la calle por culpa de la empresa.
En las sedes judiciales de la ciudad de Alicante trabajan a día de hoy en diferentes turnos alrededor de una treintena de empleadas que realizan las tareas de limpieza sin percibir remuneración alguna. De ahí que hayan solicitado autorización al decano de los juzgados de Alicante para poder pegar carteles en el Palacio de Justicia del barrio de Benalúa explicando a magistrados, fiscales, funcionarios, abogados o procuradores su precaria situación.
El sindicato Comisiones Obreras (CC OO) denunció recientemente la situación, pero de momento todo sigue igual, por lo que esta empleada podría quedar sin un techo desde pasado mañana, según los testimonios reunidos por este diario. El colectivo ha tratado de negociar con la empresa una solución mediante diálogo y mediación con escasos resultados ante las dificultades de dar con el responsable de la firma, según explicaron en un comunicado, donde denuncian que la firma no cubre las bajas y sobrecarga de trabajo al resto de compañeros.
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