Dos acertantes se reparten 204.000 euros en la Primitiva de este sábado
Los participantes del maratón fotográfico en el claustro del Colegio Santo Domingo para plasmar la imagen sorpresa del final del concurso.

Orihuela expone sus joyas al arte de la fotografía

La capital de la Vega Baja acoge a los participantes en el segundo Maratón Fotográfico Orihuela Ciudad Monumental organizado por laverdad.es

Joaquín Andreu Esteban

Domingo, 28 de septiembre 2014, 00:59

Es la ciudad adecuada para los que gustan de la fotografía artística por la cantidad de joyas monumentales que concentra en su casco histórico. Con ese pretexto la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Orihuela y laverdad.es reunieron ayer a decenas de amantes de plasmar la belleza con sus cámaras en el segundo Maratón Fotográfico Orihuela Ciudad Monumental, que sirvió además para conmemorar el Día Mundial del Turismo, en evento en el que estaban inscritos 86 participantes.

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La mayor parte de quienes acudieron a la cita con sus rincones, calles y monumentos nacionales quedaron entusiasmados por la cantidad de detalles que pudieron recoger a través de sus visores y desafiaron un clima amenazante de lluvia durante toda la mañana que no les quitó el entusiasmo por tomar parte en el concurso, con el que pueden optar a un premio de quinientos euros, así como noches de hotel y tarjetas regalo. La cita era a las diez de la mañana en el centro comercial Ociopía, donde tras las oportunas acreditaciones conocieron los temas sobre los que debían centrar sus trabajos, cuyos ganadores se conocerán dentro de tres semanas tras el veredicto de un jurado compuesto por fotógrafos profesionales y representantes de 'La Verdad'.

El desafío no había hecho más que empezar porque en poco más de tres horas debían completar las pruebas, que se iniciaron en el aparcamiento del centro comercial, donde les esparaban otro tipo de joyas, una pequeña muestra de coches antiguos aportados por el Club del 600 de la localidad. Desde ahí los concursantes siguieron un periplo, pero todos con la intención de llenar las pastillas de sus cámaras digitales de diversos motivos. Entre ellos no podía faltar imágenes de las calles de la ciudad con gente haciendo sus compras de sábado ni tampoco los detalles de balcones, escudos y rincones de la Casa Consistorial, todo un aperitivo para los amantes de las fotos, entre los que destacaron muchas familias y niños pequeños con gran destreza en el manejo de las cámaras.

Tras el Ayuntamiento solo hubo que girar vista y visores para atrapar la belleza de la Iglesia de las Santas Justa y Rufina. Interiores, exteriores y las gárgolas de su imponente torre hicieron las delicias de los participantes, que buscaron luego el Segura, sus puentes y paseos. Después un refrigerio en el Hotel Tudemir para retratar la singularidad del antiguo Palacio de los Condes de Luna, su vestíbulo y cúpula, y dar el salto a la sede de la Caja Rural Central, un edificio del siglo XVIII que mostró sus balconadas y ventanales.

El tramo final llevó a los concursantes hasta la Casa Museo de Miguel Hernández, donde se pudieron explayar con la higuera del Poeta o los rincones de su modesta vivienda y después quedarse boquiabiertos con una de las joyas de la ciudad, el Colegio de Santo Domingo con su iglesia, fachadas y claustros donde se funden diversos estilos arquitectónicos. Fue el marco ideal para la clausura, en la que, como sorpresa, también debían fotografiar a dos acróbatas paseando por su interior.

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