Fabra señala al independentismo catalán como un riesgo para la salida de la crisis

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ofreció ayer un discurso institucional conmemorativo del Día de la Comunitat Valenciana en el que, en tres ocasiones, dio la crisis por finalizada y la fase de recuperación por iniciada. Esa circunstancia convierte este 9 d'Octubre en «diferente y especial», aseguró, si bien advirtió de que tal punto de inflexión precisa de «estabilidad política», y en este sentido señaló el riesgo que supone para el país «los movimientos separatistas y rupturistas como el que se quiere plantear en Cataluña».

A pesar de señalar el día de ayer como un acto conmemorativo «especial», su discurso fue calificado por la patronal como muy «institucional», sin oportunidad para las reivindicaciones, mientras que la oposición lo criticó por «vacío» y un amplio sector de los populares echó en falta «mayor carga política».

El acto celebrado en el salón de Corts del Palau de la Generalitat contó con algunas caras nuevas, como la de Toni Cantó, de UPyD, a un paso de ser el candidato a la Generalitat del partido magenta, pero sobre todo con destacadas ausencias. Cuatro de las quince distinciones de la Generalitat no fueron recogidas por sus titulares, el expresidente Camps volvió a ausentarse (como ya ocurrió el año pasado) y dos partidos de la oposición, Compromís y Esquerra Unida, se quedaron voluntariamente al margen del acto institucional.

Fabra inició su discurso leyendo en valenciano, a mitad se pasó al castellano para finalizar de nuevo en la lengua autóctona. El presidente enlazó el momento de cambio que supone «el inicio de la recuperación económica» con la necesidad de «confirmar y consolidar» la superación de la crisis a través de «estabilidad política», una consistencia amenazada por «aventuras arriesgadas que no sabemos hacia dónde conducen» y que son «el principal riesgo al que se enfrenta España».

Cambios

En ese momento de cambio político, económico y social centró su discurso, así como en repasar la trayectoria de los premiados. En un párrafo resumió los aspectos «que deben ser mejorados». En ese ámbito incluyó «los cauces de participación ciudadana en la política, la transparencia en la gestión de los recursos públicos o la financiación que cubra los servicios básicos para las personas y garantizar el precio de igualdad entre todos los españoles».

El presidente subrayó que los «nuevos tiempos» también requieren «nuevas formas de hacer política» y para ello es «fundamental volver a recuperar la confianza de los ciudadanos» y «acuñar en términos políticos» palabras como transparencia, honestidad, ejemplaridad, dedicación o diálogo.

«No podemos tener miedo al cambio, tenemos que sumarnos a él», señaló Fabra, quien recalcó que, gracias a la salida de la crisis, es el momento de que la mejoría económica llegue a todos, y para ello es necesario que las familias soporten menos cargas económicas y que, sobre todo, se cree empleo. El sector económico y empresarial estuvo representado por buena parte de los dirigentes de las patronales de la Comunitat, incluida Coepa con su máximo responsable, Moisés Jiménez, a la cabeza. Entre ellos, también estaba José Vicente González, presidente de Cierval, quien admitió que el de ayer fue «un día de discurso institucional y de exaltación de los premiados, que es lo que toca hoy», en relación a las reclamaciones del empresariado: «Hay otros días para esas cosas».

También al finalizar el acto de entrega de medallas, el expresidente Eduardo Zaplana, al ser preguntado por la situación política en la Comunitat, reclamó recuperar «el pulso y el contacto» con los ciudadanos a través de «los dos grandes partidos de esta Comunidad», y vinculó la fortaleza de PP y PSPV « a una prueba de estabilidad, y los dos están pasando por una situación difícil».

Entre las autoridades del PP solo se ausentó (además de Francisco Camps) la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, en nombre de la cual estuvo presente el primer teniente alcalde, Andrés Llorens. El PSPV contó con una nutrida representación. El candidato socialista a la Generalitat, Ximo Puig, consideró el discurso de Fabra «vacío de contenido, ausente de reivindicaciones y una demostración de que estamos en el fin de un ciclo». La portavoz del Consell, María José Català, destacó que Fabra sí había mostrado un acento exigente «en lo más importante, la defensa de la Constitución y de los intereses de los valencianos».

Entre los distinguidos se registraron cuatro ausencias, ya que ni se contó con representación alguna de la Casa del Rey, ni de la familia del expresidente Adolfo Suárez. Igualmente, en nombre del escritor Manuel Vicent recogió la medalla su hermano, mientras que fue la madre de Laura Gallego quien recibió la distinción para la escritora de literatura fantástica.