Vibrante desembarco al amanecer

Las fiestas de Moros y Cristianos de El Campello vivieron ayer el primero de sus días grandes con el Desembarco, primer acto de la Trilogía Festera. Los barcos de los sarracenos se acercaron de madrugada a la playa de Carrerlamar, donde les recibieron los arcabuceros, que a ritmo de pólvora despertaron a los pocos vecinos que no habían acudido ya al arenal para presenciar la espectacular batalla.

Cerca de 4.000 personas abarrotaron las inmediaciones del arenal, para no perderse detalle. Al sonido de los arcabuces le siguió la llegada a nado hasta la playa de muchos de los moros que habían atracado sus barcos. Una vez en tierra, se desencadenó la batalla con caballos, espadas y puños.

Moros y cristianos ofrecieron, un año más, un espectáculo muy entretenido donde tuvieron un papel muy destacado los componentes de la Colla Escénica, cada vez más numerosos, junto con un grupo de especialistas que representó las escenas más complicadas del combate.

El bando moro está capitaneado por la de la comparsa Non Bebec, cuyos cargos principales llegaron en barco y tomaron tierra gracias a una pasarela sujeta por festeros. El capitán moro, Vicent Guash, la capitana Rosa María Mármol, el embajador Vicent García y la abanderada Belén Baeza se marcharon después, montados en camello, a la Torre de la Illeta, seguidos por sus tropas. Allí les esperaban los cristianos de la Comparsa Jaume I. El capitán Toni Pérez, la capitana María Pérez, el embajador Marc Vaello y la abanderada Blanca García defendieron la torre con todas sus fuerzas, pero la perdieron a manos del bando de la media luna. En la Embajada de la Torre debutaron los dos embajadores.