Un acusado de acabar a puñaladas con su hermano se enfrenta a 20 años

Necesitó hasta tres cuchillos de grandes dimensiones para acabar con la vida de su hermano, según apunta el Ministerio Público en su escrito provisional de acusaciones. Francisco M. C., de 54 años de edad, podría permanecer en prisión durante 20 años, pena que solicita la Fiscalía de Alicante, si un jurado popular lo encuentra culpable del crimen en el que perdió la vida de forma brutal el allegado de 46 años cuando ocurrieron los hechos, en agosto del 2012, en la barriada de la capital alicantina de Virgen del Remedio.

Por ello, en diciembre de este año, el acusado se sentará en el banquillo de los acusados de la Sala de Jurado de la Audiencia Provincial de Alicante para responder por el presunto asesinato de su hermano, con quien discutió antes de perpetrar supuestamente el ataque armado con los tres puñales salidos de la cocina de la casa.

Ambos compartían desde hacía años un piso en la Zona Norte, un inmueble que pudo significar el motivo por el que a la postre se inició la discusión que acabaría con tan trágico resultado. Eran las cinco de la madrugada del día 1 de agosto cuando los vecinos del edificio de la calle Cronista Figueras Pacheco se sobresaltaron por los gritos de auxilio, pese a que ya nada pudieron hacer para intervenir. Solo pudieron alertar al 112 de que en el inmueble se estaba produciendo una auténtica carnicería, aun sin saberlo.

Las asistencias certificaron el fallecimiento y los agentes desplazados ya solo podían iniciar las pesquisas para investigar lo sucedido, pese a que el hecho parecía bastante claro. Según apuntan las pruebas de la investigación, el presunto asesino la emprendió con un taburete contra su hermano en medio de la reyerta verbal, como apunta el escrito del fiscal. La víctima cayó boca arriba y todavía con vida pese a la contundencia del golpe con el mueble. Es entonces cuando, prosigue el relato del Ministerio Público, el procesado cogió un cuchillo jamonero de grandes dimensiones.

Hasta tres veces clavó el arma en el cuerpo de su hermano, como sostiene la acusación pública. Dos cuchilladas fueron a parar a la zona del cuello, mientras que una tercera puñalada certera se clavó en el pecho de la víctima. De la violencia empleada, la hoja del arma se partió. Rápidamente, el presunto agresor habría cogido otros dos cuchillos de cocina, uno de hasta 30 centímetros de largo que clavó presuntamente el Francisco en el pecho del hombre al que tanto conocía. El otro puñal lo empleó, según recoge el escrito, para clavarlo en el oído izquierdo, donde quedó alojado en su mayoría al partirse después de lanzar la puñalada.

Las heridas resultaron mortales y el hombre falleció a consecuencia del traumatismo cráneo-encefálico severo asociado a la hemorragia aguda por las lesiones del cuello provocadas por las cuchilladas que recibió en apenas minutos y de las que no se pudo defender por el golpe del taburete.

Si bien no se pudo evitar tan cruento episodio, sí se vislumbraba que la relación entre los hermanos no era buena, pues pocos meses del ataque se habían denunciado por otra pelea entre ambos. Pese a ello, los vecinos que conocían a víctima y agresor aseguraron entonces que no habían protagonizados peleas de las que hubieran tenido constancia.

En una ocasión anterior, ya tuvieron que intervenir agentes de la Policía Nacional de Alicante para separarles en una pelea. Entonces, ya se produjo una agresión entre los hermanos, aunque quedó en una riña a puñetazos.

Con esta, fue la segunda ocasión en la que el infortunio se cruzó en la vida de esta familia de forma tan desgarradora, tal y como narraron los residentes de Virgen del Remedio. Otro hermano pereció en la década de los 80 en Alicante al recibir los disparos de un menor de edad que la emprendió a tiros contra los viandantes. Dos jóvenes más del barrio de la Zona Norte de la capital alicantina resultaron víctimas mortales en el sangriento suceso.

Detención

En el caso que se juzgará este final de año, agentes de la Policía Local de la ciudad detuvieron al sospechoso y acordonaron la zona hasta que llegaron los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, quienes se hicieron cargo de las diligencias de investigación. Tras permanecer en dependencias policiales sin querer declarar pasó por el juzgado de guardia. El titular de Instrucción 2 del Palacio de Justicia de Alicante decretó su ingreso en prisión entonces ante la magnitud de los hechos acaecidos la madrugada del primero de agosto.

A nueve ciudadanos les corresponde ahora la tarea de determinar en qué medida ha de pagar o no el procesado por lo ocurrido.