Alberto Fabra, sin datos, y Rita Barberá, «ojiplática»

La reacción ayer de los dirigentes populares en la Comunitat ante la macrorredada fue de sorpresa y cautela. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, confesó estar «absolutamente sorprendida, ojiplática y expectante» ante la operación contra una supuesta trama de corrupción municipal y regional, que se ha saldado con más de medio centenar de detenidos, entre ellos varios cargos públicos. «Espero que actúe la justicia y lo haga con la máxima celeridad», apuntó Barberá, y admitió no tener «ni idea» de dónde se estaban realizando los registros en Valencia.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, explicó que disponen de «muy pocos datos» sobre el operativo si bien ha señalado que «especialmente todo está en la Comunidad de Madrid».

El jefe del Consell, que asistió en Castellón a la carga del primer barco de cítricos de la Comunitat con destino a EE UU, defendió que «desde luego» la autonomía «está haciendo esfuerzos, y todos los conocen, para dejar de lado a aquellas personas que han participado en algún proceso de corrupción». Al respecto, recalcó que seguirán «siendo inflexibles con estas conductas porque lo que tenemos es generar confianza con los ciudadanos y esto, desde luego, no ayuda nada».

El delegado del Gobierno, Serafín Castellano, que también asistió al acto, apuntó que no hay «más información complementaria» a la que están facilitando las instancias judiciales ni conocimiento de que haya municipios de Valencia o la Comunitat implicados. En esta línea, indicó que la operación «se fundamenta principalmente en Madrid» aunque «parece que también en León, Murcia y Valencia».