Borrar
Urgente Podemos pide a la jueza de la dana todas las cámaras de Emergencias para comprobar la llegada de Mazón
La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, preside el Pleno en medio de una gran expectación mediática.
Castedo acata las órdenes del partido y vota excluirse de las listas electorales

Castedo acata las órdenes del partido y vota excluirse de las listas electorales

La alcaldesa de Alicante se pone fecha de caducidad en un Pleno tenso seguido de cerca por los líderes del PP

Eva María Lahoz

Sábado, 1 de noviembre 2014, 01:40

No hubo sorpresas. La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, cumplió ayer con las instrucciones de su partido y sumó su voto al del resto de concejales del PP y de la oposición para aprobar una declaración institucional que instaba a impedir imputados en las listas electorales. Lo que supone, de facto, que asume definitivamente que ni ella ni su vicealcalde, Andrés Llorens, irán en las listas para las próximas elecciones, dado que ambos están encausados.

Difícil situación en la que queda ahora Castedo, que ha tenido que admitir, tras semanas de tiras y aflojas con Alberto Fabra por su línea roja, su fecha de caducidad. Una fecha que todo apunta a que podría ser mucho más cercana que la de las próximas elecciones, dado que en el partido trabajan, como reconoció el jueves la coordinadora general del PP, Isabel Bonig, por conseguir que se vaya, expulsándola o con un pacto, «en breve».

Por lo pronto, ayer la única nota de rebeldía la puso la primera edil al evitar, con una argucia, tener que alzar su mano, junto a la de sus compañeros de grupo, para aprobar esta propuesta. Dio por hecho que había unanimidad y zanjó el punto. Con ello esquivó la que sin duda habría sido la imagen del día.

El Pleno municipal alicantino estuvo marcado, una vez más, por una gran expectación mediática. Los ojos de mucha gente, incluidos los de los principales líderes del PP, estaban puestos en la reacción que tendrían la alcaldesa y su grupo municipal ante las claras instrucciones recibidas. Votar a favor de la declaración de UPyD y dejar clara la línea roja de Alberto Fabra sobre la corrupción.

La sesión fue tensa y bronca en cuanto a los enfrentamientos verbales entre grupos, aunque mucho más tranquila en lo que se refiere a protestas e interrupciones que la del mes pasado, dado que la cacerolada que se había convocado en la plaza consistorial para pedir la dimisión de la alcaldesa había sido prohibida. Las incidencias se limitaron al desalojo de una mujer que gritó 'Castedo dimisión' y enseñó un cartel.

Tras varias horas de debate sobre asuntos locales, llegaba el punto fundamental del orden del día, el último. El portavoz de UPyD, Fernando Llopis, evitaba en su exposición centrarse en Castedo y prefería dar un repaso a los otros tres partidos con representación municipal: PP, PSOE y EU, con referencias a los casos de corrupción de cada uno de ellos que, a su juicio, no han sido abordados con suficiente severidad. «Hacen falta medidas ejemplarizantes», resaltó, y agradeció el apoyo a su propuesta, tras recordar que hace dos años no tuvo la misma suerte. Y es que ya había presentado con anterioridad dos declaraciones similares, rechazadas por el resto de grupos.

El concejal de EU Daniel Simón consideró que la ciudadanía es la que está echando a los corruptos. «La fiesta ha terminado, la impunidad se ha acabado», sentenció.

Para el grupo socialista, «hay que luchar desde todos los flancos y ser inflexibles contra la corrupción. El que la hace tiene que pagarla y no solo con la expulsión», señaló el portavoz, Miguel Ull.

Llegaba entonces el turno de palabra del PP, pero la alcaldesa lo utilizó apenas para proponer que se aceptase 'in voce' una enmienda de EU que previamente había sido rechazada, que pedía ampliar los delitos incompatibles con aspirar a un cargo público. A los de corrupción y terrorismo que citaba UPyD, EU incluía los de odio, violencia de género y contra la libertad sexual. Todos aceptaron la enmienda y pensaban que entonces pasarían a la votación, pero entonces Castedo empezó a despedir el Pleno con unas palabras de apoyo a la familia del torero José María Manzanares, recientemente fallecido.

Ante las caras de sorpresa y conatos de protesta de todos los presentes, ediles, público y periodistas incluidos, la alcaldesa aclaraba que había unanimidad y que, por tanto, no se votaba. Evitaba así la imagen de su mano alzada aceptando su propio destino fuera del Ayuntamiento de Alicante. Se ahorraba a sí misma y a los ediles de su grupo pasar por el trance de escenificar su apoyo a la propuesta de UPyD.

Minutos antes ya había dejado sin respiración a muchos al abandonar el Pleno en el punto inmediatamente anterior durante un breve lapso del tiempo, en el que muchos pensaron que se había ausentado para no tener que votar la propuesta de UPyD. No obstante, finalmente acabó regresando al Pleno, para alivio sobre todo de sus compañeros de filas.

La falta de votación enfadó especialmente al proponente, el portavoz de UPyD, Fernando Llopis, que consideró un «insulto» que el PP «no se atreva a levantar las manos y ser inflexible con la corrupción». «Me da tristeza», aseguró el edil, para quien Castedo debe entender que si no es buena como candidata, menos aún como alcaldesa. Para Pavón, Castedo intentaba evitar «la foto del harakiri» y señaló que, a su juicio, el voto a favor de la propuesta es un intento de «mantenerse en la poltrona y que no la expulsen».

En cualquier caso, este voto cambia muchas cosas. Para la alcaldesa, porque significa asumir su caducidad, y también para su grupo, que queda virtualmente descabezado.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Castedo acata las órdenes del partido y vota excluirse de las listas electorales