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Raúl Hernández
Lunes, 10 de noviembre 2014, 18:33
Madrugada del domingo. Decenas de efectivos de Guardia Civil, Protección Civil, Cruz Roja y Servicio de Emergencias 112 trabajan a destajo en la zona donde el autobús que se dirigía a Bullas cayó por un terraplén, junto a la autovía, a la altura de Venta del Olivo. La imagen es dantesca, desoladora, la tragedia ya no tiene marcha atrás. El número de muertos va aumentando y todo el mundo se teme lo peor. Hasta diez cadáveres se contabilizan tendidos en la fría tierra de la salida de la autovía de Madrid hacia Calasparra. Un lugar a partir de ahora fatídico y maldito para los familiares de las víctimas.
Ya avanzadas las tareas de rescate de cuerpos, y una vez trasladados los heridos a distintos hospitales de la Región y de Albacete, dos agentes de la Benemérita comparten impresiones. ¿Qué ha podido pasar?
Las cámaras de LAVERDAD.ES captan esta conversación, que arroja luz sobre la posible causa del siniestro, que por ahora apunta al exceso de velocidad del conductor, que se encuentra detenido e imputado por delitos de homicidio, lesiones e imprudencia.
Así se expresa uno de los guardias refiriéndose al chófer:
-Venía de Madrid. Se ha metido en dirección Caravaca, se ha encontrado toda la curva a 90. Y, como ha dicho el hombre, no frenaba, no frenaba. ¿Cómo va a frenar?. Las palabras del agente no pueden ser más explícitas y aparentemente concluyentes.
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