El barrenillo podría seguir su expansión hacia Maigmó, La Carrasqueta, Mariola y Aitana

La sequía extrema que han vivido los montes de la Comunitat y la provincia en los últimos meses (en el caso de Montnegre y L'Alacantí con registros de menos de 50 litros por metro cuadrado en un año, 250 por debajo de lo que es habitual) ha sido lo que ha producido una situación de «gran debilidad que ha propiciado la presencia de plagas y enfermedades, especialmente en los pinares», según la directora general de Medio Natural, Salomé Pradas. La sequía, pero también los recortes en las brigadas de vigilancia, han espoleado la invasión de estos insectos con proporciones desorbitadas en algunas áreas, como Montnegre. El problema, según fuentes no oficiales de la Conselleria, es que podría seguir expandiéndose de mantenerse la sequía hacia el norte de la provincia, desde Tibi y Xixona, con los perjuicios que causaría al montes de utilidad pública o encanto ambiental como Maigmó, La Carrasqueta, Cabeçó d'Or e incluso Aitana y los parques naturales de Font Roja y la Serra de Mariola.

Además de las voces expertas de los ingenieros de montes y agrónomos, otras políticas también alertan de la gravedad de la situación. El diputado de Compromís en Les Cortes, Juan Ponce, asegura que la plaga «afecta a una superficie enorme del territorio valenciano que puede extenderse y acabar con 300.000 hectáreas de pinares».

La Conselleria asegura que los tratamientos obligatorios, tanto en suelo público como privado, consistirán en «la corta y el descortezado o extracción del monte de los pies muertos o afectados con riesgo fitosanitario». Desde el PSOE, Francesc Colomer, ha criticado en los últimos días que «la Conselleria no ha intervenido con la celeridad correcta». A la climatología adversa, suma la falta de brigadas como causa de la plaga.