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Luis Candela
Miércoles, 12 de noviembre 2014, 01:18
El vidrio templado evitó males mayores ayer como consecuencia de un accidente ocurrido en la Audiencia Provincial de Alicante, donde una de las nuevas puertas de cristal que pueblan todo el edificio se resquebrajó en mil pedazos cuando uno de los magistrados de la Sección Segunda quiso abrirla. Todavía no tocaban las doce del mediodía cuando el estruendo dejó a los trabajadores de la planta tercera del antiguo inmueble perplejos por lo sucedido.
El magistrado Julio Úbeda se encaminaba en dirección a su despacho en torno a las 11.45 horas cuando ocurrió el incidente. Después de intentar abrir la pesada puerta de cristal, ésta no cedió y se hizo añicos. Por fortuna, los restos de vidrio que cayeron no provocaron heridas de consideración al juez de la Sección Segunda de la Audiencia, más allá de algunos arañazos y un buen susto.
Los empleados de la planta no salían de su asombro mientras contemplaban el suelo lleno con los restos que quedaban de la entrada y con el pensamiento de la gravedad de lo que podía haber ocurrido. De hecho, algunos de ellos sostenían atónitos el tirador de la puerta, con el que el magistrado se había quedado al estallar el resto de la estructura. El hecho de que se emplease vidrio templado, el que se usa en las lunas de los coches, evitó que los cristales cayesen en bloque y se partiesen astillándose, lo que los habría convertido en un arma mucho más cortante.
No se trata de un hecho aislado, pues el pasado lunes se produjo un suceso similar y que podría haber ocasionado igualmente unas trágicas consecuencias. Se trata de la caída de un trozo de la cornisa ubicada sobre el balcón de la segunda planta, en la oficina de la Sección Primera. El pedrusco, del tamaño de un melón pequeño, también asustó a los funcionarios que oyeron el fuerte restallar que provocó el impacto contra el suelo. Los agentes judiciales se aliviaban con el pensamiento de que no es una dependencia de tránsito para ellos y con que la piedra no se precipitara a la calle.
Por ello los funcionarios se preguntaban ayer si el resultado de las obras resultará seguro del todo, a tenor de lo ocurrido con apenas un día de diferencia. La principal causa que se baraja para explicar estos dos percances son las intensas vibraciones a las que se está sometiendo esta semana al edificio. Una excavadora armada con un martillo neumático de grandes dimensiones se encuentra inmersa en los trabajos para eliminar la base que sujetaba la grúa principal de las obras de rehabilitación que se iniciaron en julio de 2013 y que se hallan a punto de finalizar.
Los trabajos de remodelación integral se han trasladado los últimos días a la planta baja del edificio, que data de 1967 y cuya estructura tuvo que ser reforzada antes de que los operarios de la Constructora San José empezaran con la obra de rehabilitación planta por planta. El renovado inmueble podría inaugurarse el próximo mes, si no persisten los incidentes.
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