Medio Ambiente se fija de plazo hasta junio para talar decenas de miles de pinos secos

La Conselleria de Medio Ambiente está ultimando un plan de lucha contra el 'tomicus' en la provincia, especialmente en cientos de hectáreas de la partida rural alicantina y jijonenca de Montnegre, donde decenas de miles de pinos han muerto y otros tantos están enfermos por el insecto perforador. En ese plan, que ayer se concretó en una reunión en la dirección provincial de la Conselleria de Alicante, con la asistencia de los jefes de los agentes forestales y medioambientales de todas las comarcas de la provincia, se fija la tala de esas decenas de miles de pinos cuya hoja perenne está ya de color marrón (seca) o amarilla (árbol enfermo).

La tala se producirá de forma escalonada y deberá culminar antes del mes de junio, cuando se inicia la estación de verano, la más propensa a los incendios forestales, ya que las dos mil hectáreas de terrenos forestales de Montnegre son en estos momentos un auténtico polvorín y lo serán todavía más tras el invierno.

Pero antes, y de forma inminente (la Conselleria no precisa cuándo), se realizarán las labores profilácticas en los ejemplares que están sanos y a los que hay que realizar trabajos de descortezado, explican fuentes oficiales del departamento que dirige Isabel Bonig. Simultáneamente, se irán colocando las trampas para el gusano 'tomicus destruens' con feromonas.

Desde la Conselleria insisten en que el peor enemigo de esta plaga del pino es la dura sequía que registran muchas zonas como Montnegre, «porque el gusano no cae del cielo, es un parásito que siempre está presente en esta especie y que se reproduce con intensidad cuando la planta está muy débil y directamente chupa la poca savia que corre por el centro del tronco».

«No se puede erradicar»

«Por desgracia, el 'tomicus' no se puede erradicar, pero vamos a luchar para frenar la plaga», explica Medio Ambiente. Lo más urgente, pese a que la extensión es mucho más reducida y los árboles afectados que hay que cortar no llegan a mil, es la actuación ya en marcha en la Sierra de Orihuela, en los términos de Orihuela y Redován, porque hay ejemplares que todavía se pueden salvar.

Para los técnicos ya da lo mismo que un área de pinada esté de color marrón o amarillento, lo que significa que los árboles están secos o en proceso de secado. No se puede hacer nada con el ejemplar muerto, salvo serrarlo todo y extraer el pie antes de que lleguen las altas temperaturas de verano, lo que podría originar graves incendios forestales. Es decir, no por talar y cortar antes los pinos muertos o secos, la plaga desaparece antes. Tampoco que actúen miles de brigadistas en estas actuaciones.

Lo más urgente es salvar las áreas forestales que están todavía sanas con el descortezado de los ejemplares verdes y las trampas para el barrenillo. Lo que sí tiene claro ya la Conselleria es que, tras las reforestaciones masivas de hace treinta años, tras los incendios forestales de los años 90, las repoblaciones ahora se van a hacer con carrasca, que es totalmente inmune al 'tomicus', aunque tarda la mitad que el pino carrasco o negro en desarrollarse. Es decir, se va a alternar en sucesivas repoblaciones pino y carrasca.

Una de las palabras que más se oyeron ayer de boca de los jefes de zona de los agentes medioambientales de toda la provincia en la cumbre de la Conselleria en Alicante fue «preocupación máxima» con la plaga del pino, no por el daño ya provocado en pinadas de Orihuela y Montnegre, sino sobre todo por su posible proliferacion hacia montes del interior del Vinalopó, l'Alacantí, l'Alcoià i el Comtat, pese a que la sequía ha hecho menos estragos hasta ahora. El Ayuntamiento de Xixona mantuvo ayer silencio, pese a que es el propietario de la mayoría de suelo de Montnegre. También los de Tibi, Mutxamel o Alicante, con terrenos dentro o cerca.

Esquerra Republicana de Xixona pide al Ayuntamiento que «dé todas las facilidades para que se actúe con celeridad, al ser el propietario de la mayoría de terrenos», según explica el edil Joan de Déu Martines.