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La Audiencia ordena vigilar tras su reclusión al enfermo que acuchilló a su vecina

La representante del fiscal en su informe final ya pidió en el juicio un período de internamiento de 25 años para Eduardo G. que, finalmente, quedó en 19 años

Luis Candela

Sábado, 15 de noviembre 2014, 00:54

El joven que cumple condena internado en el Hospital Psiquiátrico de Fontcalent por violar e intentar matar a su vecina de Alicante deberá estar vigilado durante cinco años una vez finalice su tratamiento. El hombre sufre esquizofrenia paranoide. Los hechos se produjeron durante un brote provocado por la patología, por lo que es inimputable. Las penas de reclusión en estos casos pueden acortarse si la medicación funciona correctamente y cabe la posibilidad de que no cumpla los casi 20 años que le impuso la Sección Décima. Por ello la Audiencia Provincial de Alicante ha establecido esta imposición de vigilancia, tras la petición del Ministerio Púbico de modificar la sentencia impuesta.

La representante del fiscal en su informe final ya pidió en el juicio un período de internamiento de 25 años para Eduardo G. que, finalmente, quedó en 19 años. Los hechos se remontan al 26 de julio de 2013, cuando la mujer de 45 años de edad bajó al garaje comunitario que comparten varios bloques de edificios, en los cuales también residía su agresor. La Sala ha entendido que es pertinente ampliar la sentencia dictada anteriormente. La víctima recibió repentinamente un martillazo en la cabeza que la dejó inconsciente.

El golpe fue de tal contundencia que la herramienta se partió. Sin tiempo para reaccionar por el mazazo, la mujer no pudo defenderse del intento de su agresor por cortarle el cuello. El hombre de 30 años cogió un cúter que llevaba encima cuya hoja, afortunadamente, se partió. De no haberlo hecho, el procesado habría seccionado vías de capital importancia y podría haberle provocado la muerte a la víctima.

A partir de ahí, el hombre trató de agredir sexualmente a la mujer algo que no pudo hacer al no conseguir una erección. La Sala entendió que el delito quedó consumado, pues «en ningún caso estamos ante un desistimiento voluntario», como señaló el magistrado ponente.

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