Enrique Ortiz admite regalos a Castedo «y a políticos de todos los signos»

El empresario alicantino Enrique Ortiz, imputado en las causas judiciales del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y Rabasa, derivadas del 'caso Brugal', admitió ayer haber realizado regalos «de Navidad» a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, así como a «concejales, a empresarios, a amigos, a políticos de todos los organismos y de todos los signos políticos», y reconoció que su relación con ella es «buena», igual que con sus predecesores.

Así lo indicó en una entrevista emitida ayer lunes por el programa 'Espejo Público' de Antena 3, recogida por Europa Press, en la que, cuestionado por si en su ámbito de actuación siempre ha existido el trato de «tú me regalas, yo te doy», el empresario imputado contesta: «Sí». Ortiz está imputado en los dos procesos judiciales al igual que la propia alcaldesa. Castedo, de hecho, no repetirá como aspirante del PP a la alcaldía de Alicante como consecuencia de esa imputación judicial que arrastra y de la que en ningún caso podrá librarse antes de que se celebren las próximas elecciones municipales y autonómicas.

En sus declaraciones, Ortiz hizo referencia a regalos «de Navidad», de los que antes «podía ser un jamón, dos botellas de champán, una caja de vino, o una chaqueta o un bolso», aunque subrayó que, «sin embargo, hoy el regalo de Navidad es una tarjeta por las circunstancias».

Preguntado por si es normal regalar de bolsos de una marca como Carolina Herrera, el empresario imputado replicó que «mirar con el prisma de hoy lo que se hacía hace años, a veces nos sorprende». «Pero era una cosa normal, hacer un regalo por Navidad», insistió.

El constructor alicantino definió la relación con la alcaldesa como «buena», aunque «igual» que la que aseguró mantener con los anteriores alcaldes de la ciudad «y con otros muchos alcaldes y políticos y gente para la que trabajo». Preguntado por viajes con la primera edil y por la calificación de su amistad como «íntima», el constructor insistió en que su relación es «buena» y agregó que desconoce hasta dónde puede llegar la «amplitud de la palabra íntima».

El empresario, que se declara «ansioso» por defender su imagen y honestidad pero que ahora no lo puede hacer por el proceso judicial en el que está imputado, recalcó que cuando tenga la oportunidad de hacerlo demostrará que no ha recibido «ningún trato de favor» desde las instituciones.

Recientemente, el instructor del denominado 'caso Rabasa' desestimó la petición de Ortiz de anular toda la investigación basándose en que, a su entender, las escuchas no eran válidas. El magistrado desechó esta pretensión y recordó al constructor en su escrito que el momento procesal oportuno para dirimir esta cuestión es cuando se abra juicio oral, tal y como ya ha respaldado la Audiencia Provincial.