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Charo y Patricia están en tratamiento en el IVI.
El deseo intenso de ser madres

El deseo intenso de ser madres

La demanda de tratamientos de fertilidad se dispara entre solteras y parejas del mismo sexo. Charo y Patricia están a la búsqueda de su primer hijo, Mariló afronta sola la maternidad de los gemelos y Ana y su pareja cumplieron su sueño hace tres meses y medio

Esther Brotons

Miércoles, 26 de noviembre 2014, 02:02

Mariló (45 años) prefirió no decir nada a la familia. Solo tres amigos sabían su secreto. Había decidido ser madre después de escuchar más de una vez aquello de «se te va a pasar el arroz». Dice que su «instinto maternal se me despertó tarde». Soltera, descartó otras opciones como recurrir a «un amigo o un desconocido». Durante un año y medio estuvo acudiendo al Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Alicante. «Fue duro, hay momentos de bajón y pensé que no iba a llegar nunca, pero ahora tengo a mis dos bebés y estoy encantadísima. Son como mi Zipi y Zape», afirma con una sonrisa. La familia también está más que encantada, aunque se quedó en shock y más cuando les comunicó que veían dos en camino.

Mariló forma parte de los nuevos modelos de familia que están irrumpiendo con fuerza en la provincia. Las consultas de mujeres sin pareja que buscan un tratamiento de fertilidad para tener un hijo se han incrementado un 34% en la clínica de Alicante entre 2010 y 2013. Igual ocurre con las parejas del mismo sexo, cuya demanda va en ascenso. En 2009 y en el grupo del IVI trataron a 50 parejas. El pasado año, la demanda se había multiplicado por cuatro y cinco. Charo y Patricia están inmersas en el proceso. La primera (40 años) es la que va a gestar.

Nuevos modelos familiares

Este centro organizó ayer un encuentro con pacientes que forman parte de estos cambios familiares. Mariló, en representación de la familia monoparental, Charo y Patricia, de la homoparental y Ana, de la biparental. Esta última y su marido recibieron hace tan solo tres meses y medio el mejor regalo: un niño.

Ana tiene 44 años, es profesora y cuando a los 39 intentó ser madre era demasiado tarde. «Llevamos casados poco tiempo, pero juntos muchos. Soy maestra, tenía las oposiciones y no quería tener un hijo para dejárselo a mis padres», comenta. El camino para conseguirlo tampoco ha sido fácil. «Hay momentos en que te derrumbas y piensas que el mundo se te viene encima, pero estaba el deseo de ser madre y contaba con el apoyo de mi pareja». Su pequeño tiene ahora tres meses y medio. «Lo que más me gusta es su sonrisa. Su despertar». No se arrepiente de no haberlo intentado antes. «Cada persona tiene que vivir su momento profesional, sentimental.... y cuando esté preparado, entonces».

Este «deseo intenso» de querer tener un hijo es lo que comparten estas cuatro mujeres, más allá de sus peculiaridades, destaca el director del IVI Alicante, Manuel Muñoz, quien insiste en que los papeles muy definidos, «en los que el padre ocupaba el rol productor y la madre, el reproductivo y el cuidado de los hijos han quedado atrás».

Aún así, los estereotipos todavía pesan. Charo y Patricia no saben cómo quieren que las llame su futuro hijo. «Si es mamá nos giraremos las dos. ¿Una mamá y otra mami? No hemos mirado nada de cómo se educa a un hijo desde dos mamas», explica Charo. Pero Patricia, que es investigadora del IVI, dice que esta situación no le genera ningún estrés. «Le educas bajo tus valores». Familia oficialmente desde el pasado 23 de julio, empezaron la relación hace cuatro años. «Los estereotipos en un futuro cambiarán seguro», dice convencida.

También espera este cambio Mariló. El pasado sábado estuvo en un cumpleaños con sus gemelos, que ahora tienen 16 meses y medio, cuando una mujer se le acercó y le preguntó si el padre era rubio. «Le contesté que no hay padre y no dijo nada. A mis hijos les explicaré la verdad desde un primer momento; no voy estar con la cigüeña o que papá está de viaje».

Un tema -el de los orígenes- que, según Pablo Zito, psicólogo del IVI, preocupa a las mujeres solas. Temen cómo responder. «Cuándo un hijo pregunta por sus orígenes o de dónde vengo, en realidad no le interesa conocer cómo fue concebido. Lo que quiere saber es si fue un niño deseado».

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