Condenado a 5 años de cárcel por acuchillar al hombre que le recriminó su forma de sentarse

Un simple gesto y el reproche casi le cuestan la vida a un hombre en pleno Ramadán. Un hombre admitió ayer en la Audiencia Provincial de Alicante haber acuchillado a otro en el abdomen porque le recriminó por su forma de cruzar las piernas al sentarse durante el verano de 2013 en una nave de Muro de Alcoy. Tras el ataque, el procesado huyó rápidamente de la escena, dejando moribundo al agredido. Al aceptar los cargos por los que se sentaban en el banquillo, el tribunal de la Sección Tercera le leyó su sentencia 'in voce' por la que le condena a 5 años entre rejas por provocar heridas que pudieron ser letales de no ser atendida la víctima con rapidez.

Los hechos se remontan al 17 de agosto de hace dos veranos cuando el condenado Hafif A., de 32 años de edad y de origen marroquí, se marchó con un amigo hasta el templo de la localidad alicantina, donde habían quedado con la víctima, todos ellos de la mima nacionalidad. En esas fechas, se celebraba la festividad del Ramadán, el mes de ayuno que practican los musulmanes. Eran las siete de la tarde cuando se dirigieron hasta la nave en la población de Muro de Alcoy.

Una vez llegaron y se encontraron con la tercera persona, todos ellos se sentaron en una habitación con sillas alrededor de una mesita central y se felicitaron el Ramadán. Ahí fue cuando el penado cometió el movimiento que casi le cuesta la vida a la víctima. El hombre se sintió ofendido por el gesto y se lo recriminó al procesado, a quien pidió que cambiara la manera en la que cruzaba sus extremidades.

El ofendido se puso más nervioso y llegó incluso a levantarse exigiendo la rectificación. Sin embargo, lejos de hacer caso, Hafif se hizo con un cuchillo de cocina y se lo clavó a su interlocutor en el abdomen. Acto seguido, el agresor confeso se dio a la fuga para que no lo cazasen. Sin embargo, el Ministerio Público ha tenido en consideración que al día siguiente se entregara a la Policía reconociendo el crimen.

Por ello, el hombre alcanzó un acuerdo con la acusación pública antes de la celebración del juicio aceptando los hechos por los que se encuentra imputado por el que cumplirá dos años menos de prisión de los que se pedían de inicio y deberá indemnizar a la víctima con 7.000 euros por las heridas y las secuelas causadas en el ataque.