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La alcaldesa, Sonia Castedo, durante una de sus vehementes intervenciones en el Pleno de ayer.
Bienvenidos al 'circo'

Bienvenidos al 'circo'

Los grupos municipales convierten un Pleno vacío de contenido en el escenario de las luchas previas a las elecciones

Eva María Lahoz

Sábado, 29 de noviembre 2014, 00:52

Pocos acuerdos de los alcanzados ayer en el Pleno del Ayuntamiento de Alicante serán largamente recordados. El PP no llevaba ninguna propuesta por primera vez en años y apenas hubo acuerdos con las de la oposición. Pero seguramente a muchos les costará olvidar el espectáculo en el que se acabó convirtiendo la sesión y que muchos concejales, incluida la alcaldesa, calificaron como un «circo», pero de los romanos. Hubo lucha de gladiadores entre la alcaldesa, Sonia Castedo, y el portavoz de EU, Miguel Ángel Pavón, varios ediles se enfrentaron como fieras y el público intervino con sonoros aplausos, abucheos y hasta entrega de ramo de rosas a los 'artistas'.

La cercanía de las elecciones y la difícil situación judicial de la alcaldesa han caldeado mucho los ánimos. Sonia Castedo intervino ayer activamente en el Pleno y pronunció largas alocuciones para responder a las críticas de la oposición, sobre todo del grupo municipal de EU, y las peticiones de dimisión por sus imputaciones en el caso PGOU y el 'caso Rabasa'.

La alcaldesa confesó que está «aburrida y molesta» por haberse convertido en la protagonista y la imagen de la corrupción en este país «cuando no se me ha imputado ningún delito económico». Y está convencida de que esto es así porque mantiene intacto su tirón electoral. «El problema es que Castedo, aún imputada, podría sacar mayoría absoluta en esta ciudad», señaló la primera edil. Y les dijo a sus adversarios políticos que «no se precupen», porque ella no va a ser la alcaldable por el PP aunque se archiven sus causas. Eso sí, pidió al partido que tarde mucho en dar a conocer al nuevo candidato, para que no le envíen a los juzgados con cualquier excusa para que esté imputado.

Preguntada después por los periodistas sobre si va a crear su partido, Castedo dio por zanjada su respuesta con un enigmático: «¡Por favor!».

La alcaldesa se esforzó, por un lado, en defender su honorabilidad y acusar a la oposición, sobre todo a EU, de haber creado un «circo» en torno a su persona para ser «protagonistas». Recordó que ha presentado facturas de los viajes que presuntamente le pagó el empresario Enrique Ortiz y aseguró que quienes la acusan «no tienen razón» y que cuando todo acabe, «la imputadísima alcaldesa al final va a ser de los pocos políticos que en este país podrán tener la cabeza bien alta».

Ante la pregunta que presentó al Pleno EU acerca de por qué no dimite, respondió: «No lo sé», y matizó que considera que los alicantinos no se lo han pedido, sino que ha sido este grupo municipal el que lo ha hecho.

Ironizó también con la presunta «amistad íntima» que tiene con Enrique Ortiz, pidió que le explicasen qué significa. «Me está buscando una relación? Ya es lo que faltaba, que me salgan novios», le dijo a portavoz de EU, Miguel Ángel Pavón.

Por otro, trató de implicar al resto de grupos en actividades de dudosa legalidad, incluida la recepción de regalos de Enrique Ortiz por parte de Pavón, lo que provocó broncos enfrentamientos con él que subieron bastante de tono. Éste la acusó de «no tener vergüenza» y le preguntó si su nuevo partido se llamará «imputados por Alicante» e irán en las listas con ella los que fueron su número dos, José Joaquín Ripoll, y tres, Andrés Llorens, ambos imputados como ella. Mientras, Castedo le acusaba de «rastrero, bajo y sucio».

Pero este no fue el único choque que se produjo en el Pleno, dado que el otro edil de EU, Daniel Simón,tuvo un cruce airado de palabras en un receso con la concejal de Oti García-Pertusa, que fue defendida por sus compañeros y a la que después éste pidió perdón públicamente.

El portavoz de UPyD, Fernando Llopis, repartió a EU, a quien echó en cara su obcecación en intentar bloquear la comisión de control de la contrata de limpieza y recogida de residuos por negarse a que la presida Castedo. Una comisión que al final salió adelante ayer con votos de PP y UPyD. También fue muy crítico con el grupo municipal socialista tras acusarle éste una vez más de ser el»concejal 19 del PP». Llopis les espetó que «por ahora, los únicos que han contado con expopulares en sus filas para las próximas elecciones son ustedes».

Los asistentes como público, entre los que se encontraban los auxiliares de biblioteca, que hicieron huelga para protestar en el Pleno y pedir su reclasificación, no dudaron en sumarse al espectáculo con aplausos, abucheos e increpaciones.

Hubo incluso vecinos de la Zona Norte que acudieron con un ramo de rosas y una carta para la alcaldesa, que llegó a firmarles autógrafos y a hacerse fotos con ellos, rodeada de sus concejales más afines.

Un espectáculo, en fin, que logró poner de acuerdo a ediles de bancadas contrapuestas, como el socialista Gabriel Moreno y el popular Antonio Ardid, que coincidieron en asegurar que sentían «vergüenza» de la deriva que están tomando los plenos en el Ayuntamiento. «Me da vergüenza estar aquí sentado. Hemos convertido esto en un circo mediático», señalaba Moreno. Ardid empleaba términos similares para explicar su bochorno por el hecho de no haber podido consensuar ni la declaración sobre la violencia de género: «Me da vergüenza lo que he oído hoy y decir que soy político», dijo.

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