JUAN PABLO LAORGA
Lunes, 1 de diciembre 2014, 00:33
Nada es eterno, todo llega a su fin, incluso la racha de victorias del Lucentum, que se ha prolongado durante once meses en los que ha sumado 24 victorias consecutivas, pero que se vio truncada ayer. El Cáceres fue el encargado de estropear la fiesta de los alicantinos, que se quedaron sin conseguir un récord, el de mejor arranque de un equipo en la historia de la LEB Plata con nueve triunfos. El partido de los lucentinos fue muy irregular. A un arranque prometedor, que duró hasta mediado el segundo cuarto, le sucedieron unos minutos mediocres, en los que los hombres de Kuko Cruza parecieron contagiarse del frío de la calle. Javi Marín y Samuel Domínguez, habitualmente jugadores clave del Lucentum, estuvieron desaparecidos sobre el parqué del Centro de Tecnificación y el equipo lo notó. Tampoco ayudó el desacierto desde el perímetro, los alicantinos erraron catorce triples consecutivos, y solo recuperaron la puntería en el último parcial, en el que, como ya es costumbre, se llegó al final con un marcador muy ajustado, pero esta vez la victoria no cayó de su lado.
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La derrota que sufrió ayer el Lucentum no fue contra un equipo cualquiera, fue contra el Cáceres, uno de los equipos favoritos para ascender a final de temporada y que todavía no ha perdido fuera de su cancha. Además, los extremeños cuentan con el base José Antonio Marco. El murciano es el mejor asistente y el segundo jugador más valorado de la competición, y ayer lo demostró dirigiendo a los suyos de manera magistral y consiguiendo mantener el tipo en los minutos más complicados.
A pesar de no conseguir la novena victoria consecutiva, no todo fue gris para el Lucentum, que se mantuvo fiel a sus principios, con una defensa sólida y creyendo en la victoria hasta el último segundo. Uno de los aspectos positivos fue Johan Kody. Ya no se nota que el pívot africano fue el último en incorporarse al equipo, ayer fue el mejor en el cuadro lucentino, aportando catorce puntos y ocho rebotes. También cabe destacar el compromiso de Adri Fuentes y Álex Navajas, que ejercieron de líderes, sin bajar la guardia en los momentos decisivos. Pero lo más positivo del encuentro fue la afición. La de ayer era una cita importante en el calendario y la hinchada lucentina respondió. El Centro de Tecnificación registró la mejor entrada de la temporada y el equipo se vio arropado por los suyos durante los cuarenta minutos, incluso cuando el Cáceres dominaba el encuentro. Además, la grada valoró la garra y el esfuerzo de los locales, que se marcharon a los vestuarios ovacionados.
El partido comenzó con mucha intensidad por parte del Lucentum. Kuko Cruza dio inicio a su quinteto habitual -Fuentes, Marín, Pardina, Navajas y Domínguez- y no decepcionó. El equipo salió a morder en el primer cuarto y gracias a su poderoso juego exterior se fue distanciando en el marcador. Solamente Marín parecía desenchufado, mientras sus compañeros acertaban desde la línea de tres, llegando a tener una ventaja sobre los visitantes de seis puntos. Pero un triple de Parejo sobre la bocina impidió una ventaja más amplia de los alicantinos, que acabaron el primer parcial con muy buenas sensaciones, pero con tan solo tres puntos de ventaja (23-20).
El comienzo del segundo cuarto fue una prolongación de los diez primeros minutos. Cruza dio descanso a todos los titulares menos a Pardina, y puso en cancha a Hernández, Guillén, González y Kody. Con estos hombres sobre el parqué, el Lucentum consiguió una ventaja de nueve puntos sobre los extremeños. Todo parecía indicar que los alicantinos romperían el récord logrando su novena victoria consecutiva, pero no fue así. Hernández dio un pase interior perfecto a Guillén, y éste lo supo aprovechar para poner el 29-20, momento en el que llegaría el punto de inflexión. A partir de ese instante el aro encogió para los locales, que se obcecaron en los lanzamientos de tres. A pesar de que el punto de mira se había desajustado, los lucentinos lo seguían intentando, llegando a fallar catorce triples seguidos. Esta situación la supo aprovechar Cáceres, que volvió a saber ser determinante en los segundos finales del cuarto: un dos más uno de Jakstas en la última jugada del segundo parcial, hizo que los visitantes se fuesen al descanso con ventaja (34-36).
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El tercer cuarto fue el peor de los alicantinos, en el que solo transformaron ocho puntos. Con Domínguez y Marín desaparecidos, solamente Kody dio la cara. Cruza dio la oportunidad a Vidal, pero el alero de Xàtiva no estuvo tan acertado como en otras ocasiones. Con un Lucentum desdibujado y ocho puntos abajo se llegó al último parcial, el favorito de los alicantinos, cuando sacan su mejor versión, pero ayer la reacción llegó tarde. La inspiración de Fuentes, Kody y, sobre todo, de Navajas no sirvió para volver a remontar. Los cuatro triples de Navajas hicieron recordar a la afición la remontada ante Zornotza, pero el desenlace fue diferente. Los extremeños tiraron de veteranía para ganar el partido y no les tembló el pulso para anotar los tiros libres que provocaron los alicantinos, para imponerse por 63-63..
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