El Gobierno rechaza dar ayudas a viña y olivo aunque la planta muera

El Gobierno central ha rechazado dar cualquier tipo de ayuda (ni en forma de subvenciones para el año de carencia por créditos de mejora de las explotaciones, ni de subvenciones para bonificar el coste de avales para nuevos préstamos, ni menos aún directa para plantones de árboles nuevos) en el caso de la viña para vinificación y del olivo. El Ministerio de Agricultura, a través del secretario Haime Haddad, acaba de enviar un escrito a la Unió de Llauradors en el que se quita de en medio al considerar que no hay razones suficientes y deriva directamente a los agricultores alicantinos a reclamar al seguro, en el caso de que tengan una póliza suscrita.

La carta ha sido enviada por el Ministerio al coordinador estatal de la Unión de Uniones de Agricultores, José Manuel de las Heras, y fue ayer ampliamente comentado en la junta de la Unió de Alicante, presidida por Ramón Mampel. Los agricultores ya se encargaron el pasado agosto, en plena canícula acentuada por la falta histórica de lluvias durante un año y medio, de desacreditar el plan fiscal diseñado por el departamento de García Tejerina. Tanto la Unió como Asaja-Jóvenes Agricultores lo definieron de «burla, insuficiente e irrisorio». Prueba de ello es que, como informó este diario el pasado mes, apenas cinco agricultores de la provincia (83 en toda la Comunitat Valenciana) solicitaron ayudas fiscales o financieras para los créditos contraídos.

Ayer, la contestación del Ministerio a la petición de inclusión de la vid para vinificación y olivo planteada por la Unió enervó más a los agricultores. El secretario del Ministerio, Jaime Haddad, indica que, «a diferencia de lo que ocurre en el caso del almendro, la línea del seguro de uva de vinificación ya contempla el riesgo de muerte por sequía de la plantación». El Ministerio añade que, por tanto, los viticultores de Alicante (los más afectados por sequía de plantas, aunque el departamento dice que ha hecho más estragos en la zona Utiel-Requena) que tengan pólizas de seguro podrán recibir la indemnización por pérdidas de cosechas venideras debidas a la muerte de la cepa por sequía. «En consecuencia, no se contempla la posibilidad de abrir una línea especial de ayudas para indemnizar los perjuicios sobre cosechas futuras y reposición de cepas o pies muertos o dañados». Además, el Ministerio, a diferencia de los agricultores que hablan de cepas históricas y jóvenes secas por primera vez en la historia de Alicante (en las comarcas más meridionales como Marina Baixa, l'Alacantí, Baix Vinalopó, Vinalopó Medio o Vega Baja), el Ministerio afirma que «la intensidad y extensión del daño por sequía en viñedo es muy inferior al que ha tenido lugar en el almendro».

Respecto al olivo (con ejemplares centenarios e incluso milenarios también secos, algo totalmente inédito en esta provincia), el Ministerio afirma literalmente que «no tenemos constancia de incidencias significativas en las plantaciones de olivar por efecto de la sequía, pues en las distintas reuniones entre Ministerio y Comunidades afectadas por la sequía no se ha puesto de manifiesto la necesidad de establecer ayudas para este cultivo».

Ramón Mampel cifró ayer en 90 millones de euros el daño directo provocado por la sequía del último año y medio (interrumpida con las lluvias recientes de noviembre y diciembre) en todos los cultivos de Alicante.

Además, la Unió critica que ni siquiera la ayuda directa al almendro para reposición de árboles (han podido morir unos 180.000), de seis euros por plantón, como anunció el Ministerio en noviembre, se ha concretado de modo formal ni por el Gobierno central ni por el Consell, que tenía que compartir el gasto. Además, la Conselleria también se había comprometido a subvencionar el 4% de los intereses en los nuevos créditos para mejora de los cultivos tras la crisis. «Aún nadie ha hecho nada, suponemos que será antes de mayo, porque hay elecciones autonómicas», ironizó Mampel. Asaja pidió hace unos meses incluir en la ayuda directa al cerezo. Nada se sabe todavía.