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Eva María Lahoz
Miércoles, 24 de diciembre 2014, 01:14
La noticia de la dimisión de Sonia Castedo como alcaldesa de Alicante le ha quitado al PP un tremendo peso de encima. Fundamentalmente al de la Comunitat Valenciana, con Alberto Fabra a la cabeza, pero también al de Génova, porque la exposición mediática a la que ha sido sometido su caso ha hecho que la primera edil imputada se convirtiese en referente de los casos de corrupción a nivel nacional.
Ya antes de su elección como alcaldesa y de su imputación vieron la luz las primeras filtraciones de conversaciones entre la alcaldesa alicantina y Enrique Ortiz. Su jugoso contenido ha sido material inflamable utilizado durante toda la legislatura por la oposición, que no ha dejado pasar un pleno sin pedir su dimisión.
Después llegó la segunda imputación y los intentos de los mandatarios del partido por evitar a Castedo en actos oficiales. Arrancaban, entonces, las conversaciones para negociar su salida del Ayuntamiento de forma pactada, para que no se volviese contra el partido. Unas conversaciones arduas, llenas de tiras y aflojas, que dieron sus primeros resultados cuando ella asumió la línea roja de Fabra y que finalmente han tenido el final esperado por el PP.
Ayer, el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, que hace meses metía la pata al asegurar que el partido le había abierto expediente de expulsión a Castedo sin que fuese cierto, se hacía eco de la renuncia de la alcaldesa alicantina y admitía sin ambages que «le va a venir bien» a ella y también al Partido Popular.
«Nosotros respetamos esa decisión personal y yo creo que es una decisión que le va venir bien, desde luego a Sonia Castedo, y es una decisión que a nosotros también nos viene bien», señaló.
Floriano aseguró que la gobernabilidad del Ayuntamiento de Alicante «va estar garantizada» y que el PP presentará cuando llegue el momento «la mejor candidatura posible».
En la misma línea se manifestaba el presidente provincial del PP en Alicante, José Císcar, aún antes de conocer la dimisión de Castedo. En un encuentro en la capital de la provincia se esmeró mucho en dejar claro que el próximo candidato del PP en la ciudad «será el alcalde» después de las elecciones.
Desde el PPCV no hubo declaraciones pero sí un comunicado en el que se limitaban a señalar que propondrían a Miguel Valor como sustituto y aclararon que Castedo comunicó su decisión a Alberto Fabra en la mañana de ayer y que después ambos se lo dijeron a los concejales populares de Alicante.
Como viene siendo habitual, el presidente quiso dejar clara su línea roja, que es que no habrá imputados por corrupción en las listas municipales de las próximas elecciones municipales.
El presidente provincial del PP de Valencia y de la Diputación, Alfonso Rus, también manifestó su opinión acerca de la dimisión de Castedo. A su juicio, la alcaldesa ha sido «fiel» porque «ella ya dijo en su momento que cuando tuviera que declarar dimitiría». En su opinión, «ha hecho lo que debía hacer».
Asimismo, inquirido sobre qué le parece que una alcaldesa anuncie su renuncia a través de una red social, el presidente del PP provincial de Valencia agregó que cada uno «puede dimitir como lo crea conveniente».
En su equipo de gobierno, donde en las últimas semanas ya habían surgido voces que aseguraban que debería haber dimitido antes, la imagen de ayer de cara a la galería fue la de la unidad.
El alcalde accidental, Andrés Llorens, y el sustituto Miguel Valor loaron la labor desempeñada por Castedo al frente del Ayuntamiento, así como el edil Luis Barcala.
La portavoz del equipo de gobierno, Marta García-Romeu, ya antes de que la alcaldesa anunciase su decisión de dimitir, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, advertía de que, a su juicio, no ha sido Castedo, con sus imputaciones, la que ha afectado a la imagen de la ciudad, sino «quienes han dado importancia a pequeñas opiniones en vez de a las grandes decisiones» que se han tomado en la legislatura.
La concejal considera que la situación judicial de la alcaldesa es «particular» y no ha afectado al desempeño de la labor del equipo de gobierno. «No ha restado esfuerzo ni ilusión», señaló.
«La gobernabilidad en el Ayuntamiento de Alicante está garantizada»
«El nuevo candidato será el alcalde de Alicante después de las próximas elecciones»
«Castedo ha sido fiel. Ya dijo que cuando tuviera que declarar dimitiría»
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