R. A.
Sábado, 27 de diciembre 2014, 01:07
El pleno del Ayuntamiento de Valencia rechazó ayer, con los votos del PP y el apoyo del resto de grupos, una moción presentada por los tres partidos de la oposición (PSPV, Compromís y EU) en la que se pedía que cualquier concejal imputado por delitos de corrupción fuese apartado de sus responsabilidades y se le bajase el sueldo. Según los diferentes grupos y el Consistorio en una nota de prensa, en el último pleno del año se aprobó un presupuesto de 738 millones de euros para 2015 -también con los votos en contra de la oposición- y la congelación de tarifas de la EMT, entre otros asuntos. Las cuentas de la capital de la Comunitat crecen 7,4 millones de euros con respecto a las de este año.
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El promotor de la iniciativa para apartar a los ediles imputados, el portavoz de Compromís, Joan Ribó, dijo que era calcada a la aprobada en el Ayuntamiento de Castelló el 1 de diciembre, donde se acordó dejar sin repersentación a los ediles imputados en casos de corrupción como medida temporal y preventiva.
No fue eso lo que entendio el vicealcalde Alfonso Grau al afirmar que se había aprobado crear una comisión para tratar ese asunto. Pese a la discrepancia, quedó claró de nuevo que las líneas rojas establecidas por Alberto Fabra para los cargos públicos imputados no se trazan en el Ayuntamiento de Valencia, o al menos se esquivan. Grau aseguró que «no hay que prevenir lo que no existe», en alusión a su no imputación en el 'caso Nóos', tras acusar a la oposición de buscar sin éxito un solo caso de corrupción.
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