El Orihuela CF se ve abocado a desaparecer en 48 horas por falta de la ayuda municipal

Cuarenta y ocho horas es el tiempo que le queda al Orihuela Club de Fútbol para desaparecer del panorama deportivo si antes no se firma un acuerdo con el Ayuntamiento para que pague, o al menos comprometa el pago, de los 60.000 euros prometido pero no firmados a cambio de que el equipo luciera la publicidad del municipio tanto en las camisetas como en el autobús con el que ha realizado durante todo el año los desplazamientos fuera de casa. Doscientas personas entre las que se encontraban los componentes tanto del primer equipo como de los de las categorías inferiores, acompañados por aficionados, se plantaron ayer a las puertas del Consistorio para reclamar una respuesta que no obtuvieron, dado que ningún responsable municipal recibió a la representación de socios del club que a última hora intentó subir a Alcaldía, algo que se les impidió en la misma entrada por parte de los agentes de la policía que controlaban la concentración. Los jugadores tienen luz verde para buscarse la vida a partir del 1 de enero, ya que el Orihuela no puede darles garantías de que podrán cobrar por su trabajo. El capitán, Kike Mateo, no dudó en anunciar que a partir de esa fecha no volverán a pisar Los Arcos pese a que para el sábado está fijado el primer encuentro del año en el campo municipal.

El tiempo se acaba para el equipo amarillo, que no tiene esperanza de que la solución llegue ya, dado que hace diez días que no saben nada del gobierno municipal. Fue entonces cuando según indicó el portavoz del club, Pablo Mancebo, con todos los parabienes tanto de los técnicos municipales como del administrador concursal del Orihuela, estaba prevista la firma de un acuerdo que nunca firmó, y acusó de forma directa a la edil de Hacienda, Carolina Gracia, de no querer hacerlo. El problema es que al menos esa rúbrica debe realizarse antes de que termine el año, no valdría que la solución llegara el 1 de enero por motivos legales. «Empezaron a ponernos excusas, y a partir de ese momento nadie se ha puesto en contacto con nosotros», indicó Mancebo, quien precisó que desde el Consistorio se aludió a los problemas generados en otro municipio de la comarca para el equipo de gobierno a cuenta de las ayudas prestadas a un club de fútbol. En todo caso reiteró que lo que se pedía ayer era «que cumplan, porque la publicidad está en la camiseta, nosotros hemos cumplido y hemos hecho nuestra parte, por lo que ahora pedimos que paguen una cantidad económica que no pusimos nosotros, la puso la señora Antonia Moreno». Aunque no existe un contrato firmado, el club tiene la prueba principal en las camisetas con las que sus jugadores saltan cada semana al campo así como en las declaraciones realizadas en su día por los políticos o los correos electrónicos que se han intercambiado para que la publicidad fuera tal y como quería el Consistorio.

Así las cosas a los responsables de la entidad amarilla no les valen excusas como el hecho de que el Orihuela CF estuviera en situación de concurso de acreedores dado que desde la pasada temporada y hasta que exista una sentencia en firme, los derechos federativos y económicos los tiene el Deportivo Orihuela, entidad que administra contratos de publicidad de otros patrocinadores aunque se compita como Orihuela Club de Fútbol, denominación con la que se tenía previsto terminar la temporada si antes no desaparece.

Por parte de la plantilla, Kike Mateo dibujó una situación crítica, con jugadores que vienen en su mayoría de Murcia y algunos de Elche y que se ven abocados a tener que pedir dinero para pagarse la gasolina o las botas, según afirmó el futbolista. A esto se une la incertidumbre, «porque no sabemos dónde vamos a jugar el año que viene, o si el Orihuela va a seguir», relató al tiempo que consideró «una pena que por cuatro impresentables que no dan la cara vayan a dejar perder a este gran grupo deportivo y humano». Mateo insistió en que a partir del día 1 no tienen intención de seguir adelante con el proyecto «y me imagino que el Orihuela desaparecerá». También en el plano deportivo el entrenador, Juan Cartagena, indicó que queda a la espera de lo que quieran hacer los futbolistas y afirmó que igual que se les citó ayer para entrenar a través de mensaje de móvil se les volverá a llamar a lo largo de esta semana con el objetivo de preparar el partido ante el Levante de este sábado, aunque todo está en el aire. «Nuestra función como técnicos es citarlos para jugar y ver si el sábado aparece el equipo y jugamos, o si igualmente aparece y decidimos entre todos no jugar».

Con respecto a la situación el técnico afirmó que el problema es político y opinión que «se podría arreglar en un minuto si quisieran». Para el entrenador, el Orihuela como actividad deportiva merece una ayuda municipal tanto como otros eventos de la ciudad como la Semana Santa o los Moros y Cristianos, y recordó que no se trata solo de los jugadores, sino de aficionados o niños de la cantera «a los que les gustaría que el Orihuela siguiera en Tercera División».

La concentración, en la que los aficionados mostraron las banderas y pancartas que llevan al campo de fútbol y a la que acudieron también por parte de la oposición los ediles Juan Ignacio López-Bas y Dámaso Aparicio, se dio por terminada sobre las dos de la tarde sin que hubiera noticias del gobierno local.