El Orihuela se queda en la primera rampa

En la primera cuesta de enero se quedó varado el Orihuela, que notó cómo no ha podido tener unos días de vacaciones. Los amarillos notaron la falta de su líder, Kike Mateo, y no se repusieron a un tempranero gol del tercer clasificado. Así suman la tercera derrota consecutiva, pero con el ánimo de poder volver por sus mejores fueros.

El Orihuela volvió ayer en Los Arcos a buscar la firme defensa de su posición en la clasificación después de unas semanas convulsas, en las que los jugadores han tenido que estar más pendientes de luchar por sus intereses que de tomarse unos días de asueto. El equipo había perdido los últimos dos partidos fuera de casa ante la incertidumbre institucional, por eso se propusieron arrebatarle la tercera plaza al Atlético Levante, que le había superado en la tabla, pero demostraron que ayer no era el día.

El equipo debía rehacerse de los resultados en contra y de la baja importante de Kike Mateo, un hombre que significa el espíritu de lucha de este Orihuela. Los amarillos trataron de buscar el balón durante los primeros compases del choque mientras que el filial del Levante se dedicó a presionar arriba para no dejar espacios a los de Juan Cartagena. Sin complejos, dejaban a un solo jugador en busca de los balones que despejaban.

El encuentro tenía más de morbo por la respuesta de la grada que por el propio juego. La afición amarilla tampoco respondió con demasiada presencia y Cartagena metió a Dani Meseguer como interior izquierda y puso a Iván de lateral zurdo. La otra noticia era que Tonino volvía al once inicial. No obstante, ningún futbolista de la medular asumió los galones que dejaba Mateo con su marcha.

Los granotas no desplegaron gran fútbol en Los Arcos pero abrieron su renta con un centro desde la banda derecha que remató Armando en el primer palo. La defensa local algo despistada recibió el 1-0 sin apenas despertarse y darse cuenta que las vacaciones habían terminado por encajar un gol en el minuto 20.

Los visitantes cogían más la pelota y dominaban más el juego sin dejar muchos espacios después de conseguir su primer gol, mientras que la grada se dedicó a pedir mano del rival en varias acciones de peligro que terminaban en los antebrazos de los valencianos.

Una falta cometida por David Karg la ejecutó Dani Meseguer al palo largo y el portero Zagala tuvo que estirarse a fondo. A punto de finalizar el primer tiempo el equipo escorpión casi consiguió igualar el marcador.

Los amarillos tampoco pudieron recuperar el esférico durante el primer tercio de la segunda parte. El Levante tenía el partido donde quería, sin profundidad de juego del rival, y salía muy rápido hacia campo contrario. Las continuas faltas que realizaban sacaron de quicio al delantero Antonio, que pidió a su delegado de campo que hiciera valer la justicia ante el árbitro.

El técnico local decidió entonces cambiar desde la grada a los tres jugadores que podía antes del minuto 70 para ver si reconducía la tónica del encuentro, y Urzáiz se retiró con molestias al igual que Iván. Solo tuvo alguna opción Ginés cuando chutó fuerte y raso en una penetración por banda derecha. Poco después fue Kike Espinosa quien lo intentó pero el árbitro le amonestó por simular un penalti. El recién salido Matías casi logra el 0-2 con un gran control dentro del área que paró con el cuerpo Emilio. El banquillo visitante también pidió pena máxima sin éxito.

El encuentro seguía alto de revoluciones y el árbitro expulsó al segundo entrenador del cuadro levantino ya que tanto el técnico titular valenciano como Cartagena vieron el partido desde la grada al cumplir sus respectivas sanciones.

Tras varias acometidas del equipo local Ginés se llevó el balón a pierna cambiada y ajustó demasiado a la escuadra contraria. Faltaban pocos minutos y la ocasión parecía que iba a ser la última. Álex García llegó con todo al pico del área y cayó en una jugada enmarañada. Toda la grada celebraba el gol cuando el árbitro tampoco pitó la pena máxima. Al final primera derrota del año y muy poco juego demostrado.