Cien personas protestan en Alicante para que se trate a los enfermos de hepatitis C

El delegado de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C de Alicante, Víctor Cedillo, considera «vergonzosas» las manifestaciones que la portavoz del Consell, María José Catalá, realizó ayer, en las que dijo que no está en peligro la vida de ningún enfermo de la Comunitat por no recibir tratamiento.

En declaraciones a Efe, Cedillo invitó a Catalá a que se «lo diga a la cara» y a que conozca «a familiares y viudas que han perdido a seres queridos» por esta enfermedad. Ayer, en la rueda de prensa posterior al pleno del Ejecutivo autonómico, Catalá manifestó que «cualquier persona que lo requiera va a recibir el tratamiento adecuado en función del estado de la enfermedad y los tratamientos existentes. Nadie que lo necesite va a dejar de recibir un tratamiento adecuado».

Para los afectados, este tratamiento adecuado es el Sovaldi, un medicamento que tiene una tasa de curación de un 90 por ciento, pero que, debido a su alto coste económico, está tardando en dispensarse con normalidad. Por este motivo, alrededor de 100 personas se han concentrado esta mañana en el Hospital General de Alicante para reclamar «tratamiento para todos».

Tras esta protesta, se ha celebrado la primera Asamblea de la Plataforma en la que se ha conseguido el compromiso de unas doce personas para formar una junta directiva que decida las próximas movilizaciones a seguir. En este punto, Cedillo ha señalado que entre los asistentes ayer se había comentado la posibilidad de realizar un encierro dentro del centro hospitalario alicantino, si bien han desestimado la idea hasta que se decida en asamblea por la recién designada junta.

Por último, el delegado de la plataforma ha querido resaltar que muchos enfermos «morirán si no se les suministra pronto el medicamento, ya que éste fármaco, cuanto más grave estés, menos efecto te hace».

«No estamos pidiendo una crema para urticaria sino un medicamento que salva vidas», agregó, y consideró que, aunque el medicamento sea caro, «hay soluciones».

«Busquemos dinero. Y si no lo hay, que expropien la patente y hagan un genérico, que se puede hacer; pero para eso hace falta voluntad política y compasiva», sentenció.