El nuevo alcalde, un conciliador para cerrar la convulsa etapa de Castedo

El recién elegido nuevo alcalde de Alicante, Miguel Valor, del PP, es un experimentado político con un marcado carácter "conciliador" para romper con la "convulsa" etapa de la mediática Sonia Castedo, que dimitió a raíz de ser imputada en dos causas judiciales de presunta corrupción urbanística.

Valor, que el pasado día 2 cumplió 70 años, ha sido designado tras la propuesta del PPCV de Alberto Fabra con los votos de la holgada mayoría del PP en el ayuntamiento (tiene 18 de 29 concejales) para, en principio, ostentar la alcaldía durante el cerca de medio año que resta hasta las elecciones municipales.

A este hombre que antes de entrar en política obtuvo el premio al "Mejor Inspector de Seguros de España", según refleja la página web consistorial, le espera la difícil tarea de apaciguar los ánimos de la oposición y dejar atrás una época en la que la actividad diaria se ha visto eclipsada por los exabruptos y la judicialización política.

Tiene como reto recomponer las maltrechas relaciones del PP con el PSPV-PSOE, EU-IU y UPyD precisamente en el periodo menos propicio, cuando los partidos se lanzan a la campaña electoral.

Valor intentará contagiar entre sus compañeros de grupo y el resto de concejales su espíritu sereno, el mismo que le ha permitido sobrevivir a lo largo de los innumerables vaivenes políticos de las últimas décadas, muchos de ellos internos del PP.

El talante de diálogo, que le ha facilitado alcanzar repetidos consensos tanto en el ayuntamiento como en la Diputación, ya se ha empezado a vislumbrar incluso antes de tomar posesión.

Pese al rechazo inicial del PP a que la oposición tomara la palabra en el pleno de investidura, Valor ha tendido la mano al resto de grupos y les ha permitido intervenir, todo un síntoma.

Los que más le conocen afirman que "no se le recuerda una palabra más alta que otra", un evidente contraste con los últimos tiempos en el ayuntamiento, donde se han sucedido agrios cruces verbales entre Castedo y los portavoces de la oposición, especialmente con Miguel Ángel Pavón, de EU-IU.

Casado, con cuatro hijos y seis nietas, Valor es un alcoyano afincado en Alicante que lleva más de 35 años en política, donde empezó como presidente de la extinta UCD en su población natal en 1979, aunque en 1983 pasó a Alianza Popular y después PP, donde ha llegado a ser secretario provincial entre 1990 y 2002.

Su carrera política se ha desarrollado en el ayuntamiento de Alcoy, primero, y después en la Diputación, con las presidencias de Julio de España y José Joaquín Ripoll, y en el consistorio de Alicante salvo cuatro años (1991-95) en los que fue diputado autonómico.

Siempre ha estado vinculado a la Cultura -su declarada "pasión"-, como lo refleja que haya decidido conservar esta cartera como alcalde y que durante doce años fuera vicepresidente del alicantino Instituto de Cultura Juan Gil Albert.

Aparte de la política, Miguel Valor tiene como profesión inspector de seguros y, aparte de la cultura, desde joven es un declarado amante de los deportes, con predilección por la natación y el fútbol sala.