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Fernando Amat
Lunes, 19 de enero 2015, 00:41
La falta de acierto y el fallo de un penalti abocó al Orihuela a no poder recortar distancias al Castellón, que sigue líder a ocho puntos. El cuadro escorpión igualó el partido pero no supo definir el partido con un penalti que erró Tonino. La mala racha continua y la culpa no la tiene el juego sino la falta de definición.
El encuentro que se disputó frente al líder tuvo dos grandes ausencias claras como la falta de animación por parte de la peña Frente Eskorpión y la baja de Ginés, quien se ha marchado al Club Deportivo Ebro, tras pagar su claúsula de 3.000 euros. Bajo estas circunstancias se prevé que la directiva fiche a algún jugador.
Sin haber contado con ocasiones el Castellón se encontró con el 0-1, sin esfuerzos. Castells empalmó un rechace en la frontal y el balón fue pegado al palo izquierdo sin que Emilio pudiera hacer nada. El encuentro comenzaba tal y como planeó el líder, adelantarse y jugar con espacios. Mientras que los amarillos lo intentaron sin demasiado éxito, primero con un disparo peligroso y después no pudieron anotar con un presunto penalti cometido con Kike Espinosa.
Solo a balón parado pudo tener otra tentativa el Orihuela en las botas de Urzáiz. El central disparó desde unos treinta metros y estrelló el balón en el palo. La afición aplaudió y los pocos que asistieron le exigieron más a su equipo. Instantes después Antonio recibió de espaldas a la portería y chutó pero el cuero rebotó en el otro palo. El cuadro local seguía sumando méritos sin resultados. Igual que sucedió frente al Onteniente, la pólvora estaba mojada. Por ello, las decisiones arbitrales se convertían en una vía de escape para el cuadro amarillo que desahogaba su falta de puntería en el colegiado.
Cuando todo se veía más oscuro que el nublado cielo de Los Arcos, Micro consiguió llegar con el balón controlado hasta la línea de fondo. Centró hasta el segundo palo y allí libre de marca el delantero centro Antonio igualó el marcador en el 31 a placer. El conjunto amarillo había recuperado el ánimo y las ganas de conseguir recortar puntos al líder. Cada saque de falta y de córner era un ocasión para celebrar, mientras que los 'orelluts' esperaban su oportunidad a la contra. Así fue como Javi Selvas cogió a Kike Espinosa del cuello durante un centro colgado sin demasiado peligro. Tonino erró la pena máxima con un disparo fuerte a la derecha del portero. El guardameta se estiró y desvió el esférico en el minuto 39 cuando podía haber completado la remontada ante los castellonenses.
En la segunda parte, los amarillos siguieron con el dominio de la pelota y sin demasiada profundidad. Justo lo contrario ocurría al equipo visitante que de las botas de Castells casi consigue un tanto en la reanudación. Minutos después Emilio intervino en un centro al punto de penalti que iba destinado a un atacante albinegro. Con pocas combinaciones los de La Plana llegaban a los dominios de Emilio con intención. Su juego era efectivo y sin contemplaciones atrás.
Por su parte, Paco Onrubia vio la necesidad de permutar su once inicial y sacó del campo a Micro que se encontraba poco activo en el segundo acto. El centrocampista se tomó a mal el cambio y ni siquiera le dio la mano a su compañero Rubén. No hubo reacción del equipo que apenas subió por bandas y que sobre la mitad del segundo tiempo se vía sin opciones. Faltaba gasolina en el depósito y Rubén no podía correr por otros nueve.
El combinado local lo intentó de todas las formas posibles, con balones altos, a pelota parada y pidiendo penalti. De ninguna de las formas conseguía meter un disparo entre los tres palos. Primero golpeó el Castellón con una contra llevada por Rubén Suárez que pasó a Pino y no supo definir frente a Emilio. En la jugada posterior Tonino metió la bola al corazón del área y Kike Espinosa remató con todo de cabeza. El arquero albinegro atajó con una parada de reflejos. En el aire y bajo palos desvió un cabezazo muy certero.
Onrubia lo confió todo al jugador del filial Messi que salió en los minutos finales. No hubo revulsivo porque hasta Emilio tuvo que intervenir de nuevo para evitar la derrota como pasó ante el Onteniente. En resumen, pólvora mojada y sin cañones para recargar.
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