Valor acaba en una semana con 12 años de gestión de Ortiz de la limpieza de colegios

El polémico empresario Enrique Ortiz, imputado junto a la exalcaldesa, Sonia Castedo, por dos presuntos casos de corrupción urbanística, va a perder uno de sus grandes bastiones en la ciudad. Se trata de la contrata de limpieza de colegios y dependencias municipales, que gestiona desde hace 12 años y que es la de mayor cuantía de la ciudad, después de la de limpieza viaria, (que también controla él, en UTE con otras empresas).

El Ayuntamiento de Alicante, a través de Alcaldía, lanzaba ayer la sorprendente noticia. Por primera vez el Consistorio va a rechazar concederle a Ortiz, contratista de cabecera hasta el momento, una prórroga, la de dos años que se establecía en el último contrato, firmado en 2013. Por el contrario, ha decidido que sacará de nuevo el servicio a concurso cuando expire, en junio de este año.

Es más que evidente la mano del nuevo alcalde, Miguel Valor, en esta decisión. De hecho, en el comunicado oficial que se emitió ayer se dejaba claro que la iniciativa no la han tomado ni Contratación ni Atención Urbana, la concejalía que dirige esta contrata, sino Alcaldía.

En apenas una semana de mandato, y desafiando a quienes lo consideraron un regidor de transición, Valor ha tomado una decisión de importante calado, que le quita peso al empresario de confianza de sus dos antecesores y que en estos momentos controla, solo o en UTE con otras compañías, uno de cada cinco euros del presupuesto municipal. Una decisión que tiene además un importante valor simbólico. Se trata de un gran golpe de efecto en un momento en el que el PP está muy interesado en dar una imagen de absoluta renovación en el Ayuntamiento de Alicante, de cara a las próximas elecciones.

Valor no quiso ayer entrar en detalles sobre los argumentos que se van a dar para rechazar la petición de prórroga presentada por la mercantil Enrique Ortiz e Hijos, Contratista de Obras SA en tiempo y forma. Y tampoco Atención Urbana ofreció más información al respecto. Por el momento, se limitan a reseñar que, tras revisarse la contrata, la Junta de Gobierno rechazará la petición de prórroga y que se convocará, en cambio, un nuevo concurso.

Polémica y recursos

Esta contrata no ha estado exenta de polémica desde que en 2003 se le adjudicó por primera vez a la empresa de Ortiz. En aquel año, causó sorpresa y suspicacias que solo él se presentase a una licitación que ascendía a 14 millones de euros por dos años de servicio, a los que se podían sumar dos más de prórroga.

En 2008, transcurridos los dos años de contrato y dos de prórroga, se le volvió a adjudicar a Ortiz. En este caso, con una subida hasta los 19,7 millones de euros por dos años. Le salió, entonces, un competidor, la empresa Clece, que realizó una oferta económica más ventajosa, pero fue rechazada por defectos de forma y recurrió, sin éxito.

En 2013 volvía a adjudicarse , por 17,8 millones por dos años (con posibilidad de dos de prórroga, como siempre) y después de varios meses en los que Ortiz mantuvo la prestación sin contrato. Esta última adjudicación fue la más polémica, dado que se le otorgó a Ortiz pese a presentar la segunda oferta más cara y basándose en criterios subjetivos.

Algo que incluso el Sindic de Comptes criticó en un duro informe sobre los mecanismos de contratación municipales. El grupo municipal socialista recurrió la adjudicación, pero se rechazó su recurso. También lo hizo la empresa que presentó el mejor precio, Eurolimp, pero no tuvo éxito en sus pretensiones.

La previsión del coste del servicio para este año en curso era de 8.961.077 euros, lo que supondría 17,9 millones en los dos años de prórroga. Unas previsiones que ahora se van a «actualizar», según Alcaldía. Es de suponer que se hará a la baja.