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Eva María Lahoz
Viernes, 6 de febrero 2015, 00:31
El alcalde de Alicante, Miguel Valor, concertará en los próximos días una reunión con representantes de Ikea para amarrar el proyecto y ver las posibilidades de consensuarlo con los intereses de los comerciantes locales.
El regidor dejó claro ayer que está abierto a debatir las condiciones de llegada de la multinacional sueca a Alicante para alcanzar el mayor consenso posible, pero añadió que la instalación de Ikea en la ciudad «es una absoluta prioridad», pase lo que pase. «Si no lo ponemos nosotros, hay decenas de localidades interesadas en hacerlo, como San Juan, Elche, El Campello o San Vicente», alertó el primer edil alicantino. «Si no apostamos nosotros, se irá a otro sitio y sería malísimo para la ciudad», aclaraba después a este diario.
El anuncio de una inminente exposición pública del proyecto urbanístico en el que se enmarca la instalación de una tienda de Ikea en Alicante ha reabierto el debate acerca de las condiciones en las que la multinacional sueca debe llegar a la ciudad. Un debate que se ve alentado por el cambio trascendente en las políticas municipales que ha supuesto la llegada a la Alcaldía de Valor. El aspecto más polémico es la inclusión de una gran superficie comercial vinculada a la tienda de Ikea, que rechazan tanto los comerciantes de la ciudad como desde la oposición.
El regidor se ha mostrado desde el principio favorable a reabrir este debate, que su antecesora, Sonia Castedo, había dado por zanjado, e intentar alcanzar consensos acerca del proyecto. No obstante, ayer Valor dejaba claro que, pese a la apertura de miras, el Ayuntamiento no está dispuesto a que posibles desacuerdos den al traste con el que ha sido el proyecto estrella del PP durante las dos últimas legislaturas, la implantación de Ikea en Alicante. «Estamos decididos a que venga, porque generará miles de puestos de trabajo, pero es cierto que hay muchas formas de hacer las cosas», explicó el alcalde.
Ha pasado más de un año desde que la promotora Alicante Avanza, cuya cabeza visible es el empresario Enrique Ortiz, presentó en la Conselleria de Infraestructuras y Territorio su proyecto básico de zona comercial e industrial en Rabasa, y más de medio desde que el Consell dio el visto bueno a la tramitación de este proyecto como Actuación Territorial Estratégica (ATE), una figura que permite agilizar los trámites para el desarrollo del plan.
Desde entonces, poco se ha sabido del avance del proyecto, dado que el Ayuntamiento perdió contacto con el mismo. En este tiempo, la promotora ha presentado el plan especial, en el que se concreta qué usos se le van a dar a los 300.000 metros cuadrados que vienen reflejados en el proyecto inicial como centro cívico (Ikea más centro comercial), los 120.000 que se añaden de terciario (oficinas, hostelería u hotel) y los 140.000 de suelo industrial (en principio, un parque tecnológico vinculado a la Universidad de Alicante).
Este plan es el que saldrá a exposición pública en breve. Una vez que se conozcan los usos concretos, el alcalde confirmó ayer que se reunirá con los comerciantes para abordar su postura ante la superficie comercial que se determine. Se intentará entonces alcanzar un consenso para que Ayuntamiento y comerciantes vayan de la mano en sus peticiones de modificaciones al plan.
Pero lo que está claro es que, con acuerdo o sin él, el Consistorio va a mantener su apuesta firme por Ikea.
En este sentido, la concejal de Urbanismo, Marta García-Romeu, destacó que su implantación es positiva para Alicante al «dar prosperidad y miles de puestos de trabajo», y que por eso muchos otros municipios aspiraban a conseguir el proyecto.
Preguntada por si está a favor de la zona comercial adyacente a Ikea, García-Romeu comentó que el Ayuntamiento no decide porque se trata de «una iniciativa privada que se presenta con una tramitación a través de ATE, que es legal, viable y tienen derecho a llevarla adelante». Y añadió que todavía no se conoce qué usos se le darán al suelo terciario, por lo que el Consistorio no se puede pronunciar al respecto. «Difícilmente podemos tomar una decisión», señaló.
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