Eva María Lahoz
Martes, 10 de febrero 2015, 02:09
El vertiginoso ritmo de cambios que ha introducido el alcalde, Miguel Valor, en el Ayuntamiento de Alicante deja cada semana, al menos, un titular sorprendente. La tercera de su mandato ha arrancado con el anuncio de la no renovación de una de las contratas más polémicas del área de Atención Urbana, la de infraestructuras festivas y culturales, que ostenta Isjoma.
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El alcalde informó ayer de que ha dado órdenes de que se saque de nuevo a concurso, como ya hizo con la de limpieza de colegios y dependencias municipales, que ostenta Enrique Ortiz. Y, además, advirtió a este diario de que no va a ser la última contrata suspendida.
La contratación del servicio de infraestructuras festivas y culturales en 2009 a la empresa Isjoma (que ya la prestaba con anterioridad), sin presentar la oferta más ventajosa, dio lugar a la apertura de un procedimiento judicial que todavía está en marcha. Una empresa competidora en el concurso, Alavés Montajes y Realización, denunció dicha adjudicación ante la Fiscalía Anticorrupción, por un presunto trato de favor a Isjoma e incluso presuntos sobornos por parte de ésta. Incluía además una grabación en la que presuntamente el entonces edil de Hacienda, Juan Zaragoza, admitía estas irregularidades.
Como consecuencia, un juez acabó por imputar al entonces jefe de área de Atención Urbana, Víctor López, a otro técnico, Diego Agulló, y al empresario Isidro García, titular de Isjoma, en un caso que todavía sigue abierto.
Pese a ello, la empresa ha mantenido la contrata, por valor de algo más de 800.000 euros anuales, durante los seis años estipulados, que se cumplen en mayo. Isjoma tenía la posibilidad de solicitar la prórroga estipulada en los pliegos, por dos años, y así lo ha hecho formalmente, pero esta petición, que hasta ahora venía siendo un mero trámite, se ha topado con el cambio de aires que ha introducido Valor, quien se ha negado a concederle esta prórroga.
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Por el contrario, ha decidido volver a sacarla a concurso, con el objetivo de abaratarla. En su día el contrato fue adjudicado por el plazo máximo previsto por la ley vigente para esta modalidad contractual, seis años más dos de prórroga pero, al igual que en la limpieza de dependencias, este plazo se va a acortar ahora a dos años más dos de prórroga.
Entre los motivos que el Ayuntamiento alega para no prorrogar el contrato no se hace referencia alguna a la polémica judicial, aunque es evidente que ha tenido un peso importante en la decisión.
Desde Alcaldía y Atención Urbana explican que las circunstancias de carácter económico han variado mucho desde 2009, ya que en la actualidad las empresas están ofreciendo muchas más bajas que hace unos años en los concursos, por la competencia existente. Además, aluden a los cambios organizativos que se han producido en el Ayuntamiento tras la disolución y absorción de los patronatos de Cultura y Deportes. Las necesidades específicas referentes a este servicio eran cubiertas por los entes autónomos y ahora pasan a este contrato de referencia. En los últimos años esto ha supuesto la necesidad de ampliaciones del servicio que prestaba Isjoma, que han encarecido el contrato.
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Esta adjudicación es de las más polémicas del área de Atención Urbana, junto a la de las obras de la plaza Magallanes y la de mantenimiento del Cementerio, todas del periodo en el que manejaba los hilos el extécnico municipal Víctor López, imputado en tres causas judiciales por estas contrataciones. En el caso Magallanes también el vicealcalde y edil del ramo, Andrés Llorens, está procesado.
Hoy mismo la Junta de Gobierno tiene previsto aprobar una propuesta para sacar de nuevo a concurso la de mantenimiento del Cementerio municipal, que gestiona Ortiz, tras meses en que el empresario la ha estado prestando con el contrato caducado y tras dos concursos fallidos.
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Está claro que el alcalde está dispuesto a acabar con todas las contratas bajo sospecha, la mayoría de las cuales se gestaron en el área de Atención Urbana. Decisiones con las que desacredita la política que hasta ahora había seguido el concejal que ha mantenido como vicealcalde, Andrés Llorens.
No le va a resultar tan fácil con la de la limpieza viaria y recogida de residuos, que se adjudicó hace apenas un año y medio, por lo que quedan seis y medio de contrato, o con la de zonas verdes, a la que le queda algo más de un año.
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