Condenado por retener a punta de navaja a su madre y a su hermana

La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a cumplir tres meses de cárcel a un joven de 24 años por coacciones y amenazas a su madre y a su hermana, cuatro años menor que él. Según ha quedado acreditado para el tribunal de la Sección Tercera, Moisés S.G. llegó a casa de sus familiares, ubicada en la calle Enrique Madrid de Alicante, el 12 de septiembre de 2010 bajo los efectos de la cocaína y la ketamina. Su única intención era la de pedirles dinero para pagar unas deudas de droga y a tal fin no dudó en retener a las dos mujeres en su casa mientras las amenazaba a punta de navaja.

El Ministerio Público pidió para el acusado una pena de un año y un mes y medio por un delito de detención ilegal con la eximente incompleta de drogadicción, la atenuante de dilaciones indebidas y la agravante de parentesco. Sin embargo, la negativa a testificar de las dos víctimas ha impedido a la Sala imponer dicha pena. Pese a ello, el representante del fiscal calificó los hechos como coacciones y amenazas, delito este último por el que Moisés ha sido condenado.

Las deudas perseguían al penado, como se desprende de la sentencia a la que ha tenido acceso este diario, y Moisés temía que los acreedores, narcotraficantes en su mayoría, decidiesen reclamar su dinero por la fuerza. Así, el joven no tuvo mejor idea que amenazar a su madre y a su hermana. El hecho de haber consumido una importante cantidad de droga antes del suceso influyó en su comportamiento, ya que sus facultades se encontraban afectadas parcialmente.

Durante el encierro, el procesado dejó salir durante un momento a la progenitora para que fuese a pedir a un tercero el dinero que necesitaba para saldar las deudas. Cuando la mujer regresó, esta le pidió por el interfono que bajase a por él. El joven politoxicómano accedió, pero por el temor a ser detenido bajó con su hermana, a la que tenía inmovilizada con una navaja pegada al cuello.

Sin embargo, las fechorías del penado concluyeron poco antes de que tocasen las ocho de la tarde. En ese momento, apareció la Policía Nacional para liberar a la joven, de 20 años de edad, a quien el individuo sujetaba por la espalda y amenazaba con el cuchillo en la garganta, y procedió al arresto del hombre, visiblemente nervioso.

Solo la falta del testimonio de las víctimas ha privado al tribunal de imponer una condena por detención ilegal, pues los agentes que intervinieron ratificaron su actuación. Los testigos del episodio también confirmaron lo ocurrido.