El decreto de sequía puede quedar en papel mojado con las lluvias y el deshielo del Tajo

La tramitación del polémico decreto de sequía seguirá adelante, pero es probable que no se active porque la cabecera del Tajo puede entrar el mes que viene en situación de normalidad hídrica, aunque sea de forma temporal. Eso permitiría transferir el doble de agua que ahora. El presidente del Sindicato de Regantes del Trasvase, José Manuel Claver, indica que el sistema Entre peñas-Buendía está incrementando sus reservas, pero cree que debe llover mucho más los próximos meses, para que no sea una mejoría pasajera y para tener asegurados los recursos todo el año.

La cabecera del Tajo almacenaba ayer 561 hectómetros cúbicos, por lo que se encuentra en situación de normalidad (Nivel 2) según la llamada curva de explotación, pero hay que descontar 20 hectómetros asignados para este mes y que debe ser transportados al Segura. De esta forma, la reserva real es de 541. El ritmo de entrada de agua es de 15 a 20 hectómetros semanales, por lo que en marzo se abandonará el estado de alerta.

Desde el 2004, la cabecera del Tajo ha estado cuatro años en situación de alerta y prealerta, según el índice del plan especial ante situaciones de sequía, que calcula el cociente entre las reservas de la cabecera y las aportaciones del año anterior.

La Confederación informó de que el decreto se aprobará, pero quedará a expensas de que se aplique, según evolucione la cabecera.