El Puerto de Alicante deja desierta por segunda vez la reapertura de la Lonja

La Lonja de Pescados de Alicante, una nave de unos dos mil metros cuadrados de superficie cubierta y elevada en un dique de la nueva dársena pesquera, frente al barrio alicantino de San Gabriel, seguirá dibujando la figura de la inversión pública poco planificada de la etapa del derroche. Ayer, el consejo de administración del Puerto de Alicante, presidido por su nuevo titular, Juan Ferrer Marsal, decidió dejar desierto el concurso al que había optado una empresa privada, Llotja d'Alacant, para reabrir un espacio público en un punto estratégico y de potencial atractivo turístico y económico, lo que aboca al edificio a seguir criando en sus techumbres chumberas, sencillamente por abandono total.

Por segunda vez en pocos meses, el concurso ha sido suspendido por no cumplir con todos los requisitos. Hace unos meses, ocurrió lo mismo y entonces optaban una unión temporal de empresas (AMA, vinculada a las Cofradías de Dénia, Calpe y Xàbia) y la empresa Llotja d'Alacant, representada por el profesional de la logística y transitario del puerto Felipe Fuster, asociado a una compañía distribuidora de pescado fresco y congelado en Alicante y Murcia. «No cumple las condiciones técnicas del pliego», explica la nota enviada por el Puerto.

El 15 de diciembre pasado acabó el plazo para presentar ofertas al concurso convocado por Puertos del Estado. Tras las fiestas navideñas, la Autoridad Portuaria decidió admitir a trámite la solicitud de Llotja d'Alacant que, finalmente, no ha podido cumplir con todos los requisitos, de cuyos detalles no dio información el Puerto ni el licitante.

No a la discoteca

El Gobierno central dejó entrever, en una reciente respuesta parlamentaria al diputado socialista por Alicante Gabriel Echávarri, que la Generalitat (de la que depende la política portuaria e incluso la designación del presidente) podría exigir la devolución de una subvención de un millón de euros a la Autoridad Portuaria de Alicante si finalmente no se destina la Lonja a su uso originario: la subasta profesional de pescado de bahía en fresco, la denominada primera venta. Además, el Gobierno descarta que la Lonja acoja una discoteca en caso de no ser adjudicada para tal fin, algo que deslizó la propia Autoridad Portuaria hace unos meses. En una reciente entrevista en este diario, el nuevo presidente Juan Ferrer dijo que «no es un tema de puerto, sino de la cofradía de pescadores (en alusión a la quiebra y el despido de todos los trabajadores, además del impago de un crédito a Caja Duero de 2,3 millones de euros). Ya sacamos y quedó desierta. Ahora hay un peticionario y, salvo que pase algo raro, como que no soporte todas las condiciones que se le van a poner, pues se le dará. Tienen que presentar el proyecto definitivo. Estamos en ese proceso. Todo va bien. Esperemos que la Conselleria dé permiso de primera venta», contestó a este diario Ferrer. Ayer, el Puerto no aclaró si el licitante no había logrado el permiso de primera venta que concede la Conselleria de Agricultura, a cuyo frente está el vicepresidente José Císcar, muy vinculado a las cofradías pesqueras de la mitad norte de la Costa Blanca.

El puerto de Alicante cerró 2014 con un aumento en el tráfico de mercancías del 4,83 %, hasta sumar un total de 2.450.672 toneladas, y un saldo económico con «unos beneficios provisionales superiores a los 560.000 euros». Los datos obtenidos en 2014 «son positivos y nos sitúan en el noveno puerto que más crece en porcentaje del sistema portuario español», dijo Ferrer. Destaca el aumento que se ha producido en los movimientos del granel sólido sin instalación especial, con un crecimiento de prácticamente un 20%, en comparación con 2013, al rebasar el millón de toneladas. El clínker sigue siendo la principal baza.