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CRÓNICA

La reacción llega muy tarde

El Lucentum tira 20 minutos ante el Cambados y pierde al no aprovechar la última posesión

JUAN PABLO LAORGA

Lunes, 9 de marzo 2015, 00:41

Más de un aficionado se preguntaba ayer, en el Centro de Tecnificación, si los jugadores que estaban sobre el parqué del pabellón alicantino con la camiseta del Lucentum eran los mismos que comenzaron la temporada arrasando en LEB Plata. Sí que eran los mismos, pero durante el primer tiempo del partido ante el Xuven Cambados parecían un equipo completamente distinto. Sin efectividad en el juego exterior y sin la intensidad defensiva que caracterizaban al cuadro de Kuko Cruza en el arranque del campeonato. Un Lucentum apático acabó regalando los primeros 20 minutos, en los que solo se salvó el pívot africano Johan Kody, mientras que en el cuadro gallego, Timothy Whitworth y el veterano 'Chufi' Rodríguez se encargaban de pasar por encima de los locales, consiguiendo llegar al descanso con una ventaja de 17 puntos. Pero en el segundo tiempo cambió el guión, los alicantinos mejoraron notablemente su juego y creyeron en la remontada, tanto que se pusieron a solo un punto de los visitantes. Lástima que para entonces ya era demasiado tarde. Aun así, Adri Fuentes tuvo la oportunidad de dar la victoria a los suyos en el último ataque, pero su lanzamiento sobre la bocina no entró.

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Frente a Cambados, Kuko Cruza apostó de inicio por Fuentes, González, Pardina, Navajas y por dar la oportunidad a Kody, en el lugar de un Samuel Domínguez en horas bajas. Precisamente, el camerunés fue el mejor jugador del partido y eso que como pareja de baile tuvo a 'Chufi' Rodríguez, que a sus 39 años anotó 19 puntos y capturó 13 rebotes para destrozar a los locales. Aun así, la presencia de Kody no fue suficiente para frenar el ciclón amarillo que pasó por el Centro de Tecnificación durante la primera mitad.

Ante el vendaval visitante se vio a un Lucentum demasiado frágil y muy desacertado en el tiro, por eso Kuko Cruza tardó solo seis minutos en arriesgar dando entrada a un Javi Marín convaleciente. El escolta maño le da otra velocidad al juego lucentino, pero ayer, por mucho que lo intentó, no tuvo su día. Con él en cancha tampoco hubo reacción. El Lucentum, muy lejos de su mejor nivel defensivo, dejó demasiados tiros fáciles a sus rivales, y eso es muy peligroso si uno de ellos es el alero estadounidense Timothy Whitworth, que cada vez que recibía el balón tenía tiempo suficiente para apuntar, armar el brazo y encestar. A la fiesta de Whitworth se sumó Chufi, que mantuvo un bonito e igualado duelo de gigantes con Kody. Sin noticias del resto de jugadores locales, se llegó al final del primer cuarto con 13-21 en el marcador.

En el segundo parcial, el partido continuó con la misma dinámica, pero esta vez no estaba Kody, a quien Kuko Cruza decidió dar descanso. El Lucentum se desmontaba minuto a minuto y eran los gallegos los que parecían jugar como locales. El cuarto llegaba a su fin y el conjunto alicantino tocaba fondo, tanto que los gallegos se marcharon al descanso con la máxima ventaja a favor 25-42.

El partido dio un giro tras el descanso. El primer síntoma del bajón gallego fue el primer fallo de Whitworth después de 23 minutos perfectos. Además, Kody por fin encontró ayuda en sus compañeros, sobre todo de Navajas y Pardina. Entre los tres despertaron de la siesta al Lucentum y consiguieron anular al Cambados, que solo anotó 10 puntos en el tercer cuarto.

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El último parcial comenzó con los locales a tan solo diez puntos. Los jugadores y el público, acostumbrados durante toda la temporada a remontadas imposibles, creían en una nueva victoria. No era pare menos, se estaba viendo al Lucentum del principio de campeonato y el rival se desangraba. Por si fuera poco, Yago Casal, entrenador del Cambados, fue expulsado por protestar una falta en ataque. Lo que supuso que Navajas lanzase tres tiros libres. El ala-pívot anotó los tres y los alicantinos conseguían un parcial de 13-0.

El Lucentum se ponía a solo tres puntos. Fue entonces cuando volvió a aparecer Chufi. A cada canasta que anotaba Kody, le sucedía una del veterano pívot para mantener la distancia. Con el duelo de pívots y con el Lucentum un punto abajo, se llegó al último ataque del partido. Quedaban tan solo trece segundos y la posesión era para los locales. Marín, en una acción suicida, penetró a canasta, y, ante la imposición de la defensa del Cambados, pasó el balón a Fuentes, pero el lanzamiento de este tocó el aro para que el balón saliese rebotado hacia fuera. La bocina sonó y el Lucentum sumó su tercera derrota seguida.

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