Caída en la desesperación

El baloncesto fue cruel ayer con el Lucentum. La derrota que sufrieron los alicantinos ante el Amics Castelló dolió más de lo normal, no solo porque era un buen momento para romper la racha negativa y porque se trataba de un derbi regional, sino, sobre todo, porque dominó durante media hora a uno de los mejores equipos de la categoría para empatar al final del último cuarto y caer en la prórroga. Y es que el Lucentum jugó los tres primeros parciales de manera impecable, llegando a tener una ventaja sobre su rival de 17 puntos en el segundo cuarto. Estos 30 minutos de buen baloncesto se dieron porque los alicantinos recuperaron las señas de identidad que les llevaron a ser líderes de la LEB Plata en el arranque del campeonato: una defensa intensa, que permitía robar muchos balones para llegar con velocidad al aro visitante, y con los francotiradores del equipo a pleno rendimiento desde la línea de tres.

Por si fuera poco, Samuel Domínguez volvió a ser ese enorme muro defensivo tan difícil de superar por sus contrincantes y Javier Marín, ya recuperado de su lesión, le imprimía la velocidad necesaria al partido. Además, los secundarios dieron el paso al frente que el equipo pedía para salir del bache. Pero, a pesar de todos los factores positivos, no pudo ser, el equipo se diluyó en los últimos diez minutos, en los que la ansiedad les pudo, dejando de hacer el juego que les había llevado a dominar el choque e intentando penetraciones suicidas que acababan en nada ante la defensa visitante hasta caer en la desesperación.

El Amics Castelló, aunque no pasa por su mejor momento, es el campeón de la Copa y sigue desde la segunda posición la estela del líder, el Cáceres. Los castellonenses no necesitan hacer su mejor baloncesto para ganar -como demostraron ayer-, ya que cuentan con jugadores de la talla del argentino Alejadro Bortolussi o del estadounidense Nick Washburn, MVP de la LEB Plata.

El Lucentum saltó al parqué del Centro de Tecnificación sin amilanarse a pesar de la entidad del rival. En su primer ataque, Fuentes anotó un triple y justo después, Marín hizo una jugada de dos más uno para poner a los locales 6-0. No podían comenzar mejor las cosas para los alicantinos, que vieron como Washburn era sustituido en el primer cuarto al cargarse con dos personales. Aun así, al pívot norteamericano ya le había dado tiempo a hacer de las suyas para impedir que los alicantinos tomasen más ventaja en el marcador, que terminó siendo de siete puntos al final del primer cuarto (19-12).

En el segundo parcial, los hombres de Kuko Cruza confirmaron que el gran inicio de partido no era casualidad. El técnico vasco dio descanso a los titulares, y los actores secundarios respondieron de maravilla. Xavi Hernández fabricó una jugada que se encargó de culminar Johan Kody -el pívot africano jugó un gran partido a pesar de no estar al 100% recuperado de un esguince de tobillo- y, justo después, Edu Guillén anotaba su segundo triple consecutivo para poner en el marcador la que a la postre sería la máxima diferencia del encuentro: más 17 a favor del Lucentum. El Amics Castelló estaba K.O. y los locales lo aprovechaban. A la fiesta también se sumó José Luis González, quien anotó otros dos triples seguidos en sus dos primeros tiros. Pero la última gran jugada del partido realizada por los de Kuko Cruza fue un lanzamiento con clase de Marín desde nueve metros en el que el balón entró limpio. Esos tres puntos levantaron aún más a la hinchada que acudió al Centro de Tecnificación, pero lo que todavía no sabían es que su equipo estaba a punto de desconectarse.

Tras el descanso, Kuko Cruza volvió a apostar por los habituales titulares, incluidos Álex Navajas y Joan Pardina, quienes no tuvieron su mejor día. En el Amics de Castelló, Washburn volvía a la pista y Joan Faner conseguía anotar el primer triple de los visitantes después de ocho intentos fallidos. Por fin los castellonenses daban señales de vida, pero el Lucentum resistía bien las embestidas.

La desconexión total llegaría en el último cuarto, al que los locales llegaron con una ventaja de 14 puntos. Washburn dio un auténtico recital defensivo y ofensivo. El Lucentum dejó de buscar el juego exterior que tan buen resultado le había dado durante los tres primeros cuartos y el Amics lo aprovechó. Washburn anotó desde el perímetro para poner el 60-59, pero justo después fue eliminado al cometer la quinta personal. La expulsión de su mejor hombre no influyó en el juego de los visitantes. En los dos últimos minutos, con el marcador muy ajustado y con ambos equipos cargados de faltas, cada ataque terminaba en lanzamiento desde la línea de personal.

Con dos posesiones por jugar y con el Lucentum uno arriba, Pardina lanzó dos tiros libres, pero solo convirtió uno, dejando al Amics con la posibilidad de empatar en la última jugada, como así sucedió. Los visitantes conseguían el empate y se llegaba a la prórroga con 67-67.

En el tiempo extra, los visitantes no dieron opción a un Lucentum demasiado cansado, que acabaría perdiendo por la máxima ventaja en contra: 74-79.