Almudena Muñoz deja Casa Mediterráneo y le releva un diplomático

La directora general de Casa Mediterráneo, Almudena Muñoz, ha anunciado hoy que deja el cargo porque cree que el trabajo para el que fue contratada ha "finalizado" y ha explicado que le relevará a partir del 1 de abril el diplomático Miguel Oliveros.

La noticia se ha producido en una rueda de prensa conjunta ofrecida por Muñoz y Oliveros al término de una reunión del consejo rector que rige la institución que, integrada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos de Alicante (sede) y Benidorm (subsede), ha dado el visto bueno al cambio.

La directora general de Medios y Diplomacia Pública del Ministerio, María Claver, ha explicado a varios periodistas que el relevo es producto de la "decisión personal" de Muñoz.

Ha valorado la labor de la todavía directora general ya que llegó con una "quiebra de facto" de Casa Mediterráneo y sólo tres años después, y pese a los "pocos recursos", deja a la institución "estabilizada" económicamente y con una programación "enriquecedora".

Ha incidido que tanto el Gobierno como el resto de patronos están "muy satisfechos" del paso de Muñoz por la institución y ha informado de que el Ministerio ha propuesto a su sustituto, Miguel Oliveros, confiando en que, con un perfil diplomático y conocedor del Mediterráneo, lo hará "bien".

El Ministerio espera de Casa Mediterráneo, una de las seis casas de este tipo, que siga con el mismo nivel de actividades en su camino de convertirse en referencia para la diplomacia pública.

En su despedida, Muñoz ha aclarado que ha decidido poner punto y final a su etapa para regresar a su oficio de abogada tributaria en Madrid una vez que ha cumplido el contrato que firmó por tres años (expira el próximo lunes), porque "cuando el objetivo se ha cumplido no tiene sentido renovarlo" y porque no desea "abrazarse a ningún cargo".

"¡Misión cumplida!", ha exclamado al ver que ha conseguido "optimizar y rentabilizar" los medios de la institución mediante una fuerte contención del gasto, incluido el traslado a la antigua estación de Benalúa, lo que ha permitido alcanzar la "estabilidad económica" y, a partir de ahora, emprender "nuevos retos".

Para ello, ha reorientado las actividades de Casa Mediterráneo para cumplir su función dentro de la diplomacia pública y para darle mayor visibilidad tanto a nivel nacional como autonómica.

Entre los retos pendientes, Muñoz ha citado completar las obras de rehabilitación y acercar aún más la institución a la ciudadanía, aunque en ambas cuestiones cree que se ha avanzado bastante.

El director general entrante, el madrileño Miguel Oliveros, hasta hoy inspector general de Servicios en la Subsecretaría del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, ha agradecido la "magnífica" labor de su antecesora y se ha marcado como reto "continuar" con la trayectoria impulsada por ésta.

Oliveros ha pedido el apoyo tanto la Comunitat Valenciana como las dos ciudades que albergan la sede y subsede para "dar el mejor servicio posible" en beneficio de todas las instituciones.

Nacido el 25 de septiembre de 1963 en Madrid, Oliveros es licenciado en Derecho y en 1991 ingresó en la carrera diplomática.

En el extranjero ha estado destinado en las representaciones diplomáticas de Holanda, Marruecos, Venezuela y Reino Unido, mientras que en los servicios centrales del Ministerio ha trabajado en la Dirección General de Asuntos y Asistencia Consulares ocupando los puestos de jefe de área de Asuntos Jurídicos y Extranjería, entre otras funciones.