Alicante arropa a 'La Burrita'

Un sol espléndido acompañó ayer en Alicante a las procesiones del Domingo de Ramos. Después de unos días más lluviosos de lo normal, todo apunta a que esta Semana Santa ninguna hermandad tendrá que sufrir las inclemencias del tiempo.

Ayer, las mangas cortas ganaron terreno a las chaquetas en los trajes de estreno de la procesión más familiar, la de la Hermandad de Jesús Triunfante, conocida popularmente como 'La Burrita'. Es la que da el pistoletazo de salida a la Semana Santa alicantina y también una de las más queridas por los niños, que acuden en compañía de sus padres y abuelos, con las tradicionales palmas en la mano, para acompañar al paso que representa a Jesús entrando en Jerusalén. Este año, las palmas más sencillas o las de filigrana, pero de pequeño tamaño, fueron las más abundantes. También las tradicionales ramitas de olivo.

A las 11.00 horas recibieron la bendición a las puertas del Palacio de la Diputación y a las 11.30 echaba a andar la comitiva. Era la primera procesión de Alberto Payá como presidente de la Junta Mayor de Hermandades y cofradías, la primera de Jaime Pérez, presidente de Cáritas, como abanderado, y también la primera, desde hace algunos años, en la que no había capuchino infantil, por decisión de la nueva Junta.

En la comitiva, además de los representantes de las hermandades, autoridades como la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, varios diputados provinciales y la concejal Tomy Duarte.

Custodiando el paso, los voluntarios de Protección Civil con sus trajes de gala y detrás, decenas de alicantinos que quisieron acompañarlo hasta su llegada a la Carrera Oficial, que este año se ha engalanado especialmente con pendones y banderolas.

Una vez allí, pasadas las 12.30 horas recibía la venia y pasaba por delante del palco oficial, que esta Semana Santa solo es uno. Allí les esperaban el alcalde, Miguel Valor, que también se estrenaba en este papel y los concejales de Fiestas, Andrés Llorens, Deportes, Mariano Postigo, y la de Urbanismo, Marta García-Romeu.

Otra gran novedad fue la ausencia de la megafonía en la Carrera Oficial, una decisión de la Junta para dar más protagonismo a las bandas.

Se echó algo de menos la voz de Manuel Ricarte contando la historia de cada hermandad o cofradía, pero en el caso de Jesús Triunfante se decidió poner la grabación al inicio de la procesión, junto a la Diputación.

Desde Santa María

A las 11.45 horas salían de la Basílica de Santa María las otras dos hermandades que procesionaban ayer por la mañana, una detrás de la otra, como es tradición.

La primera, la Hermandad Sacramental de Jesús en Samaria, Santa Oración en el Huerto y la Santísima Virgen de la Paz. Detrás, la Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de las Penas y la Santa Mujer Verónica, cuyos dos tronos son llevados a hombros, en el caso de la Verónica, y a costal, en el del Cristo de las Penas. Este último desde que el año pasado se recuperase la tradición.

La salida y recorrido de los tres tronos de la primera hermandad, portados o conducidos por alumnos y exalumnos del colegio de los Jesuitas y seguidos por los más pequeños, y la de los dos de la segunda hermandad, con la espectacularidad del costal, también aglutinó a un gran número de personas, muchas de ellas extranjeras, de visita en la ciudad.

Entre las autoridades, los concejales Luis Barcala y Carlos Castillo y la consellera Asunción Sánchez Zaplana. También las Damas del Foc.

Nueva imagen

Por la tarde, la primera procesión fue la de la Hermandad Penitencial de Jesús Atado a la Columna en su Santa Flagelación, que salió de San Blas a las 18.00 horas y que concentró muchas miradas, dado que estrenaba el Cristo de la Salud, obra de Martín Nieto, en el paso del Encuentro de Jesús con su Madre. Los rasgos de la Virgen también se han perfilado este año.

Poco después salía de la Concatedral de San Nicolás la cofradía de San Pedro Apóstol, escoltado por la Policía Local de gala. La imagen lucía el fajín de almirante y el bastón de mando que la Comandancia Naval de Alicante y el Ejército del Aire le concedieron a perpetuidad.

Filial de la histórica y emblemática cofradía de La Soledad de Santa María, los nazarenos de San Pedro llevan túnica de color marfil, capirote y cíngulo de terciopelo azul marino y el emblema propio de San Pedro.

En los últimos años, esta cofradía ha incrementado notablemente su patrimonio procesional. Esta Semana Santa estrenaba el Libro de Estatutos labrado en plata y piedras preciosas sobre terciopelo azul.

Una artística de palma de oro rizada, portada por su camarista mayor, Concepción Torregrosa, precedía al trono elegantemente decorado con orquídeas blancas y azules procedentes de Holanda.

La última en salir, la Cofradía del Santísimo Cristo del Hallazgo y la Virgen Dolorosa, desde el Convento de las Capuchinas. Uno de los momentos más emotivos fue, como cada año, la subida por Labradores y el encuentro de ambos pasos en la plaza de San Cristóbal.